Los Atlas
1.a) Historia de los primeros Atlas de la humanidad.
El legado de cartógrafos y artistas se entrelaza a lo largo de la historia de la cartografía.
Gerardus Mercator grabado de 1574 por Franz Hogenberg.
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El geógrafo, matemático y cartógrafo flamenco Gerardus Mercator fue el primero en utilizar el término "Atlas" para designar una colección de mapas, cuando publicó, en 1595, su gran libro de mapas del mundo:
"Atlas sive Cosmographicae meditationes de fabrica mvndi et fabricati figura" (Atlas, o meditaciones cosmográficas sobre la creación del universo y el universo en tanto creación)
en honor al gigante de la mitología griega que sostenía la bóveda celeste.
Los dos primeros tomos aparecieron en 1594 y el tercero al año siguiente completado por su hijo Rumold y su nieto Michael. Casi todas las cartas y textos provienen de la mano de Mercator.
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Gerardus Mercator concibió la idea de una nueva proyección aplicable en los mapas, que utilizó por primera vez en 1569, la cual sería conocida posteriormente como
proyección Mercator. Lo novedoso era que las líneas de longitud eran paralelas, lo cual facilitaba la navegación por mar al poderse marcar las direcciones de las brújulas con líneas rectas, y se respetan las formas de los continentes, ya que se preservan los ángulos pero no los tamaños.
Hubo una edición posterior en 1613 publicada en Ámsterdam por el artista flamenco, grabador y cartógrafo
Jodocus Hondius, quien en 1604 compró las planchas del Atlas de Gerard Mercator a uno de sus nietos.
Planisferio realizado por Rumold Mercator, 1587. En "Atlas sive Cosmographicae Meditationes de Fabrica Mundi et Fabricati Figura", publicado en 1595.
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Planisferio realizado por Abraham Ortelius, 1572. En "Theatrum Orbis Terrarum"..
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Abraham Orteluis pintura de 1633 por Pedro Pablo Rubens.
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El trabajo de Mercator había languidecido en comparación con la obra: "Theatrum Orbis Terrarum" (Teatro del Orbe Terrestre) de Abraham Ortelius, que reunió 70 mapas de diversas partes del mundo en un solo volumen, todos en el mismo estilo y con placas de cobre de tamaño estándar, publicada en 1570, varios años antes que la obra de Mercator.
Ortelius realizó una selección de los mejores mapas disponibles en la época, que redibujó con un formato uniforme, y estableció un orden lógico de los mapas: mapamundi, Europa, Asia, África y Nuevo Mundo. También incluyó una lista con los nombres de los autores de los mapas originales. Es considerado el primer atlas moderno, y en la actualidad aún se siguen utilizando la clasificación y estructura de este.
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Gerardus Mercator y
Abraham Ortelius fueron contemporáneos y se influenciaron mutuamente. Aunque no trabajaron directamente en los mismos proyectos mantenían correspondencia, intercambiando ideas y conocimientos, lo que contribuyó al avance de la cartografía en su época.
Ortelius sera conocido por crear uno de los primeros atlas modernos (reunión de mapas en un solo volumen), y Mercator, por su parte, sera famoso por su proyección cilíndrica, que facilitó la navegación marítima, y por llamar "Atlas" a una reunión de mapas.
La obra de Gerardus Mercator no solo se basa en sus propias innovaciones, sino que también es un testimonio de la influencia duradera de
Claudio Ptolomeo en la cartografía, mostrando cómo las ideas y métodos antiguos fueron reinterpretados y utilizados en el desarrollo de mapas más avanzados y útiles.
Nota: A diferencia de Claudio Ptolomeo, quien propuso el modelo geocéntrico del universo (donde la Tierra es el centro y los planetas y el Sol giran a su alrededor), Mercator no se centró en teorías cosmológicas, sino en la representación y navegación terrestre. En su época, la visión heliocéntrica de Nicolas Copérnico ya comenzaba a ganar aceptación, aunque el modelo geocéntrico seguía siendo predominante en muchas partes del mundo. Mercator, en su labor de cartografía, contribuyó al conocimiento geográfico y a la exploración, pero no promulgó una teoría cosmológica específica como Ptolomeo.
"Geographiae Veteris Compendium" (link al libro completo).
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1538: Mercator se inspiro en el conocimiento geográfico de Ptolomeo (autor de "Cosmographia"). Publico una edición de sus mapas en 1538, titulada "Geographiae Veteris Compendium".
La portada decorativa en color está llena de geógrafos con instrumentos cartográficos y globos terráqueos en la parte superior e inferior dentro de un entorno arquitectónico. Incluye 28 mapas de Ptolomeo, grabados por Gerhard Mercator.
Mapamundi de Ptolomeo realizado por Mercator, 1538. En "Geographiae Veteris Compendium". (pagina 138) Versión en color en Cosmographia de Jacopo Angelo, xilografía, 1482
Nota: Nunca se encontraron los auténticos mapas de Ptolomeo, su mapamundi se basó en la descripción del mundo recogida en su libro "Geographia" escrito hacia el año 150, que permitió que los cartógrafos pudieran reconstruir la visión ptolemaica del mundo cuando sus manuscritos fueron re-descubiertos alrededor del año 1300.
Las características notables del mapa de Ptolomeo son el primer uso de líneas longitudinales y latitudinales, así como la especificación de ubicaciones terrestres mediante observaciones de cuerpos celestes.
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Retrato de los cartógrafos: Gerard Mercator y Jodocus Hondius, Grabado incluido en algunas ediciones del "Atlas sive Cosmographicae Meditationes de Fabrica Mundi et Fabricati Figura" hecho por Hondius.
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1613: Jodocus Hondius publicó de nuevo la obra de Mercator con 36 mapas adicionales, incluyendo varios que él mismo había producido, dando el crédito completo como autor del trabajo a Mercator, quedando él mismo como editor, restablecido la reputación de la obra de Mercator.
Hondius sera conocido ademas por haber hecho algunos de los primeros mapas del Nuevo Mundo.

Mapa de América incluido en: "Atlas sive Cosmographicae Meditationes de Fabrica mundi et fabricati figura, de novo multis in locis emendatus novisq tabulis auctus studio" del año 1632: completo
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Nota: El Grabado en cobre: La impresión con láminas de cobre fue entre los siglos XV y XIX la forma empleada para producir mapas y otras ilustraciones.
En una plancha de cobre que se limpia y alisa, el artista utiliza una herramienta llamada buril o una punta de acero para incidir el diseño directamente en la superficie de la plancha. Una vez completado el grabado se aplica tinta en la superficie de la plancha, asegurándose de que las líneas grabadas queden llenas de tinta. Luego, se limpia la superficie para que solo la tinta en las hendiduras permanezca, seguidamente la plancha pasa a una prensa de grabado, donde colocado el papel sobre la plancha se aplica una gran presión. La tinta de las hendiduras del grabado se transfiere al papel, creando así la impresión. Una vez impreso, el papel se deja secar, y en algunos casos, se añaden colores a mano para resaltar ciertas partes del mapa.
Este proceso requería mucha habilidad y tiempo, pero permitía la producción de mapas detallados y hermosos que eran muy valorados tanto por su precisión como por su calidad artística. Esta técnica fue reemplazada gradualmente por la litografía y la impresión offset.
Hasta la publicación de "Theatrum Orbis Terrarum" del geógrafo flamenco Ortelius en 1570, los descubrimientos y la cartografiá eran plasmados en pergaminos individuales.
Willem Blaeu, de Jeremias Falck.
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A la muerte de Jodocus Hondius en 1629, el cartógrafo holandés Willem Blaeu adquirió 40 de estas laminas de cobre con mapas grabados a su viuda. Muchas de estas planchas eran originalmente parte de la obra de Mercator. Posteriormente, la familia Blaeu utilizó estas placas omitiendo el nombre de Mercator y de Hondius en sus publicaciones sustituyéndolos por Willem Blaeu.
Willem Blaeu las publico, sin colorear, en su atlas mundial del que habría unas 5 copias, conteniendo en su mayoría 60 mapas. (Link al Atlas completo: Colección de David Rumsey).
Tras la muerte de Willen Blaeu en 1638 heredaron el negocio sus hijos Cornelius (1571-1644) y Johan (1596-1673), que fue quien alcanzó el mayor reconocimiento.
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Portada del "Atlantis Appendix", de Willem Blaeu. (link al libro completo).
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1630: Willem Blaeu, publica su primer atlas, el "Atlantis Appendix", que constaba de 60 mapas sin colorear, 37 estampados a partir de las planchas de Mercator, el resto con obras propias, sin páginas de texto.
Al año siguiente publicó un nuevo atlas, ya con textos en latín, titulado: "Appendix-Theatri A. Ortelii et Atlantis G. Mercatori", que reúne casi 100 mapas.
Entre los años 1635 y 1638 publicó una obra en dos volúmenes titulada "Theatrum Orbis terrarum sive Atlas Novus", con 208 mapas que tuvo un gran éxito, publicándose en cuatro idiomas alemán, holandés, latín y francés.
Mapamundi de Willen Bleau, en "Atlantis Appendix" (pag.3) (completo) "Nova Totius Terrarum Orbis Geographica ac Hydrographica Tabula".
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Joan Blaeu por Jan van Rossum.
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Joan Blaeu alcanzó la cima absoluta en la producción de Atlas con la edición de su prestigioso "Atlas Maior". Encuadernado con todo lujo, con 600 mapas en folio y 3000 hojas de texto, fue el Atlas más grande y uno de los más bellos que se haya editado jamás.
Se empezó a publicar en 1662 en varios idiomas: latín (1662, 11 vol.) francés (1663, 1667, 12 volúmenes) holandés (1664, 9 volúmenes), alemán (1667, 9 volúmenes) y español (1672, 10 volúmenes, impresos entre 1658 y 1672 y nunca terminados). En esta última edición Joan Blaeu estuvo trabajando hasta su muerte en 1672. Al poco tiempo un incendió destruyó la imprenta y la mayoría de las planchas impidiendo la terminación de la edición española en la que se trabajaba y que supuso el final abrupto para uno de los talleres más fructíferos del siglo XVII, las pocas piezas que se salvaron fueron dispersadas.
El lujoso "Atlas Maior", se convirtió en un objeto estético de culto, adquirido por las grandes bibliotecas de la época, por las cortes de los monarcas y por ricos comerciantes que mostraban orgullosos estos fantásticos mapas coloreados.
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Portada del "Atlas Mayor", versión en castellano publicada en 10 volúmenes entre 1659 y 1672 en Amsterdam (40 x 27cm).
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1662-1667: Concebido por Willem Blaeu y compilado por su hijo Johan Blaeu, el "Atlas Maior" fue publicado por vez primera en 1662. La obra original se componía de 11 volúmenes, en latín, y contenía 594 mapas.
El "Atlas Maior" se basaba en gran parte en el "Atlas Novus", publicado por los mismos editores entre 1635 y 1658.
El título completo del "Atlas Novus" es: "Theatrum Orbis Terrarum, sive Atlas Novus in quo Tabulæ et Descriptiones Omnium Regionum" (ver completo), que denota que a su vez se basó en una obra anterior de Abraham Ortelius, el "Theatrum Orbis Terrarum" de 1570. En 1629 Willem Blaeu había ampliado sus fondos de mapas con la compra de las planchas utilizadas por Ortelius para el Theatrum Orbis Terrarum.
Nova et Accuratissima Terrarum Orbis Tabula (J.Blaeu, 1664) Mapamundi incluido en el "Atlas Mayor".
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Volúmenes del "Atlas Maior" (medidas: 50 x 35 cm aprox.)
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Versión Digital de la Biblioteca Nacional de Escocia:
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1.b) Primer mapa que contiene una representación de América.
Mapamundi de Juan de la Cosa (1500). De 93 x 183 centímetros, pintado a color sobre pergamino..
El primer mapa que contiene una representación de América fue obra del navegante español Juan de la Cosa, quien lo elaboró en 1500 en el puerto de Santa María de Cádiz por encargo de los Reyes Católicos.
Está ricamente dibujado sobre pergamino y en él aparecen las tierras descubiertas hacia finales del siglo XIV por las expediciones españolas y portuguesas. Muestra una gran parte del Viejo Mundo y algunas indicaciones sobre la llegada de Vasco da Gama a la India.
El mapa de Juan de la Cosa es la única cartografía elaborada por un testigo presencial del Descubrimiento de América, ya que vino con Colón en su primer viaje como maestre de la nao capitana Santa María. Un dato curioso de su mapa es que representa a Cuba como una isla (Cuba no fue circunnavegada hasta 1509), aunque Colón desde el principio la consideró una península de Asia.
A Juan de la Cosa le han querido robar el mérito más de una vez por culpa, precisamente, de Cuba, pues se sabe que su mapa, que él declaró haber elaborado en 1500 luego de viajes que realizó por el Nuevo Mundo, fue presentado los Reyes Católicos en 1503, pero Cuba no fue oficialmente circunvalada hasta seis años después, por lo que de hecho era imposible que De la Cosa pudiera saber que se trataba de una isla. Sin embargo, el cronista español Pedro Mártir de Angleria afirmó en 1501 que algunos marinos decían haber navegado alrededor de Cuba ya en 1500.
Este valioso mapa estuvo desaparecido por más de 300 años. Fue robado por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia y posteriormente expuesto en la tienda de un comerciante francés en el siglo XIX. Actualmente, se conserva en el Museo Naval de Madrid.
1.c) Los Mapas del Nuevo Mundo. (siglo XVII) presentes en los Atlas de Blaeu, Hondius y Ortelius:
América del Sur, en "Atlas sive Cosmographicae Meditationes de Fabrica Mundi et Fabricati Figura", reedición de Jodocus Hondius, publicado en 1632.
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América en el Atlas de Ortelius, de acuerdo a las primeras representaciones. 1598..
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Mapa de América en "Theatrum orbis terrarum sive atlas novus in quo tabulae et descriptiones omnium regionum". Publicado en 1640 (fuente: Universitat de Barcelona)
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Mapa de América en el "Atlas Maior" de Joan Blaeu, del volumen 11: América. Publicado en 1662.(41x56cm) (ver completo: Colección de David Rumsey)
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"Mapa Geográfico de América Meridional" de 1775 (ver). Extraído de www.viejosmapas.com.
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1775: Realizado por el cartógrafo Don Juan de la Cruz Cano y Olmedilla el "Mapa Geográfico de América Meridional" (ver), es la mejor obra cartográfica de su tiempo, por su destacada distribución etnográfica y política del continente, mostrando la disposición de las tribus indígenas conocidas por entonces.
El mapa original está formada por ocho hojas de gran tamaño. Las planchas de cobre de donde proceden, miden cada una de ellas 56,5 x 87,5 cm, por lo que unidas formarían un mapa de América del Sur de 226 cm de alto por 175 cm de ancho.
Nota 1: Este mapa fue usado en discusiones limítrofes entre Argentina y Chile en 1873, ya que muestra a la Patagonia Argentina como parte del Reino de Chile, pero como la realización del mapa es anterior a la creación del Virreinato del Río de la Plata, no tuvo influencia.
Nota 2: El grabado de las ocho planchas de cobre del mapa se terminó en 1775, pero se prohibió su impresión, pretextando mala calidad, porque se creyó que los datos del mapa afectaban negativamente a los intereses españoles frente de Portugal sobre el viejo asunto de los límites coloniales. El autor, que había invertido toda su fortuna en esta obra, quedó en la ruina, además de quedar desacreditado como cartógrafo. Presa de una profunda depresión murió pronto. En 1786 el embajador americano en París consiguió una copia, que envió a Londres donde se publicó en 1799, en 16 hojas. Durante mucho tiempo se consideró el mejor mapa de América del Sur. En España la publicación no fue autorizada hasta 1802.
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2) El resultado de una verdadera lucha de atlas.
Antes de los atlas modernos, las colecciones de mapas eran recopiladas por libreros a pedido de sus clientes. La transición de esta estructura a la de un atlas moderno se produjo cuando el editor de mapas comenzó a imponer uniformidad, creando una colección de mapas organizada y cohesionada.
Un atlas generalmente consta de una página de título, un índice y secciones de mapas y texto. Los mapas, la característica principal de los atlas, resaltan características geográficas, topografía y límites políticos, a veces con texto, brindando información que los mapas no pueden transmitir. Hacer que el contenido de los mapas sea distinguible y coherente era importante porque no existía un lenguaje geográfico único.
Los topónimos, las etiquetas, los títulos, las leyendas, las tablas y el texto eran esenciales para proporcionar contexto en las ilustraciones de mapas impresos. Los mapas de los siglos XVI y XVII incluían retículas (una red de líneas que representaban la latitud, la longitud y los meridianos), una rosa de los vientos, líneas loxodrómicas (las líneas que surgen de una rosa de los vientos y que ayudan a guiar la navegación) y un indicador de escala. También presentaban aspectos no geográficos como cartuchos, escenas figurativas y dispositivos heráldicos.
El proceso de impresión de mapas requería de varios especialistas y un medio que permitiera realizar correcciones con facilidad, detalles finos y combinar trazos y letras. El grabado en cobre (intaglio) se convirtió en el método de elección en lugar de los grabados en madera (relieve) en los siglos XVI y XVII. El grabado era más adecuado para producir líneas curvas y detalles más finos. La imprenta permitió la reproducción relativamente fácil de mapas mediante planchas de cobre.
Los atlas se diseñaron a medida y reflejaban la expansión y las visiones del mundo europeas.
Los atlas utilizaban el poder persuasivo visual de los mapas y satisfacían la curiosidad del público europeo por lo “extranjero”. Los elementos de diseño de los atlas mostraban imágenes de posesión y dominio, legitimando el control de estas regiones.
Los atlas pronto se convirtieron en artículos de cultura popular y erudición impresos en varios idiomas.
3) El Mundo visto por los musulmanes.
Todos aprendimos en los libros de texto que fueron los portugueses y castellanos quienes, a partir del siglo XV, “descubrieron” una buena parte del mundo y pusieron las bases de una nueva geografía. La realidad es que no solo lograron poner en el mapa nuevos continentes, mares y océanos, sino que consiguieron borrar de la memoria colectiva el hecho de que durante muchos siglos los cartógrafos, exploradores y viajeros musulmanes se les habían adelantado con sus conocimientos geográficos.
Hasta bien avanzado el siglo XVIII, los europeos no lograron superar el nivel de conocimientos alcanzado por los árabes sobre temas cartográficos.
Muchos siglos antes de que naciera Colón los árabes daban por hecho que la tierra es redonda. Para la ciencia musulmana, la esfericidad de nuestro mundo no fue jamás un problema teológico ni provocó ningún conflicto con las autoridades religiosas del islam medieval. Es más: en el siglo IX, cuatro siglos antes del viaje de Colón, los astrónomos árabes ya conocían con casi total exactitud el perímetro real de la tierra.
Fueron ellos los que volvieron a utilizar el
astrolabio que habían inventado los griegos y que había dejado de ser utilizado en la Europa medieval. Se trata de un instrumento empleado para observar la posición de los astros, y los árabes lo usaron para resolver algunos problemas de triángulos esféricos relacionados con las practicas religiosas, tales como predecir con exactitud el momento en el que comienza el
Ramadán, aunque también lo utilizaron para orientarse en sus viajes marítimos.
Una de las consecuencias de la recuperación del astrolabio fue el cálculo, casi exacto, del perímetro terrestre.
Sucedió lo mismo con la
brújula, cuya invención se atribuye a los chinos. Aparece mencionada por primera vez en las crónicas árabes en el año 1220, aunque probablemente ya fuera utilizada por los islámicos desde hacía años, y fueron ellos quienes la introdujeron en Europa, donde pronto fue empleada por los vikingos.
Gracias al uso extendido de la brújula y el astrolabio, mientras que la cartografía y de los estudios geográficos se estancaban en la Europa medieval cristiana, los árabes y musulmanes fueron capaces de realizar excelentes mapas y cartas geográficas de gran exactitud, que más tarde supondrían una valiosa información para los grandes cartógrafos catalanes e italianos del Renacimiento europeo, o para la elaboración, a partir del siglo XIII, de las primeras cartas náuticas en Europa (
“cartas portulanas” o “portulanos”).
3.a) Abu Abdullah Muhammad al-Idrisi.
Estatua de Al-Idrisi en Ceuta.
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El siglo XII fue uno de los más fructíferos en la ciencia musulmana. Fue también el siglo de Abu Abdullah Muhammad al-Idrisi, el más importante cartógrafo de la Edad Media.
Nacido en Ceuta en 1099, murió en Sicilia en 1165. Era descendiente de Idris II, rey de Málaga, ciudad de la que partió hacia el norte de África cuando el reino de Málaga se incorporó al de Granada.
Desde muy joven viajó por el mundo entonces conocido, y realizó numerosos trabajos hasta que fue llamado por el rey de Sicilia, Roger II, como geógrafo y conocedor del mundo, para que colaborara con él en la fundación de la Escuela de Palermo.
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Sicilia, situada en el corazón del Mediterráneo, se convirtió bajo el reinado de este rey en el centro cultural del mundo, y en punto de encuentro entre las culturas musulmana y cristiana.
No debió de ser una decisión fácil, algunos musulmanes lo acusaron de "venderse a los infieles"», pero el encargo era muy tentador: crearía un mapamundi que mostrase todas las tierras conocidas en nuestro entorno.
Fue allí donde al-Idrisi escribió una de sus obras más célebres,
“Las recreaciones del que aspira a recorrer el mundo”, conocido como el
“Libro de Roger” (Kitab Ruyar), que se acompaña de varios mapas y en especial de un mapamundi en forma de disco, con una descripción en la que sostiene que
“la tierra es redonda, como una esfera… las criaturas son estables en la superficie de la tierra, ésta atrae lo que es pesado, mientras que lo ligero es atraído por el aire… de este modo las cosas se mantienen en un equilibrio natural”.
Este gran tratado de Geografía Universal, que terminó en 1154, le valió ser considerado “el
Estrabón árabe”. En España es bien conocida la parte de su Descripción de España, pues, a partir de la primera edición en castellano en el siglo XVIII, se ha reeditado con frecuencia.
KITAB RUYAR (El Libro de Roger)
La Tabula Rogeriana , dibujada por al-Idrisi para Roger II de Sicilia en 1154, es uno de los mapas del mundo medievales más avanzados. Consolidación moderna, creada a partir de las 70 páginas dobles de al-Idrisi, que se muestran al revés, ya que el original tenía el sur en la parte superior de acuerdo con la tradición árabe, con el sur arriba y el norte abajo, al revés que la convención actual..
A lo largo de la edad media, Sicilia fue una encrucijada naval. Buques de todas las procedencias fondeaban en sus puertos para comprar y vender, y también para abastecerse de alimentos y agua. Al-Idrisi organizó un eficiente sistema de información: cada vez que una embarcación atracaba en Palermo, Catania, Siracusa o Mesina, sus hombres interrogaban a tripulantes y pasajeros sobre los lugares donde habían estado. Los ámbitos de su interés eran múltiples: montañas, ríos y lagos, clima, cultivos, idioma, costumbres, creencias religiosas.
Sus dos grandes fuentes, aparte del testimonio directo de los viajeros que pasaban por los puertos sicilianos, eran dos geógrafos de época pre-islámica:
Paulo Osorio, de origen español, autor de la popular “Historia”, escrita en el siglo V, en la que se incluía un volumen de geografía descriptiva, y
Ptolomeo, el geógrafo clásico, cuya obra
"Cosmographia", escrita en el siglo II, se había perdido completamente en Europa, pero se conservaba traducida al árabe. Durante 15 años Al Idrisi interrogó a los viajeros, cotejando la información de las diferentes fuentes y eliminando datos contradictorios.
Mapamundi del geógrafo árabe, Al-Idrisi grabado en un disco de plata (siglo XII).
Girado 180° ya que el sur aparece en la parte superior del mapa.
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El resultado de sus investigaciones lo plasmó sobre un enorme disco de plata maciza, por su maleabilidad y permanencia, de 2 metros de diámetro.
El gran disco de plata desapareció durante el saqueo de Sicilia, en 1160. Los geógrafos contemporáneos han intentado reconstruir cómo sería el gran planisferio de plata a través de los mapas del Libro de Roger, del que han sobrevivido varios textos, y sus tablas de longitudes y latitudes.
De su reconstrucción resulta evidente que, siguiendo a Ptolomeo, Al-Idrisi se imaginaba que el mundo habitable ocupaba 180 de los 360 grados de la longitud del globo terrestre.
En la actualidad solo se conservan diez copias hechas directamente del original de Al-Idrisi. La Biblioteca Nacional de Francia tiene dos; otra está en la Biblioteca Bodleiana de Oxford.
Al mapamundi de Al-Idrisi se lo considera el inicio de la cartografía moderna, ya que se limitó a conocimientos objetivos, sin tener en cuenta criterios religiosos.
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La Europa cristiana rechazó este mapa, porque admitirlo hubiera significado dar por hecho, por ejemplo, la esfericidad de la tierra, o admitir la escasa importancia de Jerusalén como centro del mundo, tal y como aparecía en las representaciones cristianas.
Además de las dos obras geográficas ya mencionadas, Al-Idrisi escribió un tratado de farmacología titulado "Libro compendio de la descripción de diferentes plantas y las diversas especies de simples medicinales". Casi todos los fármacos presentados son plantas, que se suceden por orden alfabético. De cada una se ofrece una descripción y se enumeran los efectos terapéuticos. En 1928 se encontró un ejemplar original del libro en la biblioteca de la mezquita de Fatih (Estambul), pero está incompleto: solo comprende 610 especies, faltan las primeras y las últimas.
Al-Idrisi hizo una segunda y ampliada edición de "El Libro de Roger" en 1161. La tituló "Los jardines de la humanidad y el entretenimiento del alma". Por desgracia, todas las copias se han perdido. El geógrafo murió esa misma década, no se sabe el día exacto ni dónde, aunque se cree que falleció en Sicilia.
3.b.I) Piri-Reis. El Kitab-i Bahriye (“Libro del Mar”)
Estatua de Piri Reis en Estambul.
Mapamundi (Kitab-i Bahriye -pag 52)
Mapamundi (Kitab-i Bahriye -pag 86)
Rosa de los Vientos (Kitab-i Bahriye).
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Después de 1492, hay un navegante musulmán que ha pasado a la historia por un curioso mapa que encierra un misterio: El turco Pir Muhîuddín Reis (1465-1554), más conocido como Piri Reis.
Fue Almirante de la marina otomana (en el idioma árabe, “Reis” significa “capitán” o “líder”); combatió contra la República de Venecia y contra los Caballeros de Rodas en el Mediterráneo, y contra los portugueses en aguas del Océano Índico.
Piri Reis nació, el año 1465, en Galípoli, una ciudad costera situada en el sur de Italia cuyo puerto fue un importante centro comercial y militar a lo largo de los siglos; inicialmente griego pasando luego por manos de los romanos, bizantinos, y normandos. Fue criado en el mar, pues se embarcó muy joven con su tío, el almirante Kemal Reis.
Además de militar y corsario, fue cartógrafo, lo que equivalía a saber de matemáticas, de geografía, a tomar notas y hacer muchos cálculos en cada viaje.
Piri Reis ha pasado a la historia por su obra, el: Kitab-i Bahriye (“Libro del Mar”), un atlas náutico editado en 1526 (año 932 del calendario musulmán), de 430 páginas y más de 200 mapas de gran precisión cartográfica, dedicado a Solimán el Magnífico.
En donde habla del Mediterráneo y sus costas, de su tío Kemal Reis, de los cuatro océanos que cubren la tierra, de los siete mares conocidos y de los descubrimientos de los portugueses y españoles. La introducción escrita en verso, al igual que el epílogo, aporta otras informaciones sobre navegación y cosmografía.
El Kitab-i Bahriye fue copiado numerosas veces a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, de los cuales se conservan 43 manuscritos, de los que 26 están en Estambul (Turquía), en el museo Topkapi. El número de mapas varía en cada manuscrito, y algunos de ellos contienen notas al margen en las que marinos turcos posteriores añadieron información sobre alguna zona o mencionaron algún evento militar. La mayoría de los manuscritos, sin embargo, son copias de lujo destinadas a su lectura en tierra.
Entre todos los manuscritos existentes contienen unos 5700 mapas, lo cual convierte al Kitab-i Bahriye en la obra manuscrita (no impresa) con mayor número de mapas de la historia de la cartografía.
Pîri Reis quiso dar un herramienta útil a sus contemporáneos para navegar con seguridad por el mar y comienza su obra con una sencilla pero contundente frase: “Las palabras vuelan y los escritos permanecen”.
Nota: La Rosa de los Vientos: ayudaba a los navegantes a orientarse en alta mar, indicando las direcciones cardinales (Norte, Sur, Este y Oeste) y sus intermedias (Noreste, Noroeste, Sureste y Suroeste), permitiendo así precisar las direcciones y distancias, lo que era esencial para trazar rutas y mantener el rumbo correcto. Además, representaba a los vientos predominantes, lo que era vital para la navegación marítima.
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Mapamundi en pagina 88 del Kitab-i Bahriye (“Libro del Mar”) de Piris Reis.
3.b.II) Piri-Reis. El Mapa misterioso. “un mapa de esta clase no lo posee nadie hoy en día”
Fragmento del Mapa de Piri Reis.
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En 1929, unos obreros que trabajaban en la rehabilitación del palacio de Topkapi, que debía convertirse en museo, descubrieron un mapa dentro de una pared. El mapa, policromado, de unas medidas aproximadas de 85 x 60 cm. y realizado sobre piel de gacela, mostraba el océano Atlántico, las costas de Europa, áfrica y también las de América. La carta estaba firmada por Pîri Reis en 1513. Resulta curioso leer un comentario marginal, escrito por el autor en el mapa, que explica que “un mapa de esta clase no lo posee nadie hoy en día”.
Piri Reis lo empezó en 1511, afirmando que se basaba en más de 20 fuentes distintas, entre ellas, mapas portugueses, ptolemaicos, cartas árabes, un mapa trazado por Colón y otros mucho más antiguos, de la época de Alejandro Magno.
El mapa de América de Pîri Reis es un fragmento, una sexta parte de un mapa mayor que en proporción podría contener todo el planeta, es decir un atlas mundial del que nunca se han encontrado las otras partes salvo otro mapa de 1528 que contiene parte del Atlántico Norte.
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Con anterioridad a este mapa, sólo se conserva otro que reproduce la costa americana: el de
Juan de la Cosa (1500).
En 1501, el barco de Kemal Reis se enfrentó a la flota española en las costas de levante. Tras una batalla, Reis capturó un navío español con objetos provenientes de América. A bordo iba un marinero que había hecho los tres viajes con Colón y por el que Pîri tuvo conocimiento del misterioso mapa de Colón, que jamás se ha encontrado y que sería una de las fuentes de su obra.
Además por esta época apareció la figura de
Abrahán Zacuto, matemático y astrónomo judío español que acabó expulsado de España y posteriormente de Portugal para acabar en Estambul. Zacuto había tenido acceso a todas las informaciones de los viajes de Colón y los descubrimientos portugueses y pudo conocer a Pîri Reis al trasladarse a la capital otomana.
En este mapa se puede ver una cordillera a lo largo de Sudamérica, que corresponde a los Andes, y desde la cual descienden los grandes ríos (que corresponderían al Amazonas, Orinoco y Río de la Plata). El mapa de Piri Reis llega a representar incluso una parte de lo que podría ser el continente antártico (hay quienes sostienen que dicho contorno coincide con la línea de costa rocosa que lleva miles de años bajo el hielo, de hace 11.000 años). Muestra, ademas, las Islas Malvinas descubiertas recién en 1592.
Hay quienes aseguraban que estos mapas representaban una proyección plana de la superficie esférica de la Tierra tal y como podría ser vista hoy por un astronauta situado a una gran altura sobre Egipto. Curiosamente, una foto obtenida por un satélite sobre la vertical de El Cairo a una altura de 4.300 Kilómetros, muestra la misma deformación de las costas que las copias de Piri Reis.
A pesar de todas las especulaciones, la mayoría de los expertos opinan que el citado mapa es una extraordinaria y bella compilación de todo el saber cartográfico acumulado durante la Edad Media y, sobre todo, durante la primera década del siglo XVI.
Siempre se ha sabido que en la antigüedad hubo culturas marineras que pudieron recorrer los océanos sin que nos hayan llegado datos comprobables hasta nuestros días. Se tiene como un hecho aceptado que los viajes de Colón y de los portugueses del siglo XV y principios del XVI, fueron los primeros que abrieron los océanos a Occidente. Pero estos mapas de Pîri Reis son una incógnita histórica que tal vez nos están diciendo que mucho antes ya se habían recorrido estos mares.
4) Las IDEs (Infraestructuras de Datos Espaciales).
Portada de "Fundamentos de la Infraestructuras de Datos Espaciales"
Editado en 2012 por la Universidad Politécnica de Madrid
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Una "Infraestructura de Datos Espaciales (IDE)" es un sistema informático que reúne y armoniza recursos geoespaciales, como catálogos, servidores, aplicaciones y páginas web, bajo un marco legal que garantiza la interoperabilidad.
Su objetivo es permitir que los datos geoespaciales producidos por instituciones sean compartidos y utilizados por toda la administración publica y por los ciudadanos en general.
Una IDE ofrece datos, metadatos y servicios geográficos, cumpliendo con estándares y recomendaciones para la interoperabilidad.
Las IDEs integran nodos de administraciones nacional, regional y local, y también pueden incluir recursos del sector privado, universidades y otras organizaciones.
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<<-- Este video elaborado por IDERA (Infraestructura de Datos Espaciales de la República Argentina), explica, en forma muy didáctica y breve, qué es una IDE.
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La comunidad de IDERA está en marcha desde el año 2007 y actualmente cuenta con la adhesión y publicación de información de una importante cantidad de organismos nacionales, provinciales, municipales y de investigación.
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IDERA La IDE de la República Argentina
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La iniciativa de IDERA está en marcha desde el año 2007 y actualmente cuenta con la adhesión y publicación de información de una importante cantidad de organismos nacionales, provinciales, municipales y de investigación.
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Visión: Realizar un aporte estratégico a la toma de decisiones de quienes tienen el deber de conducir los destinos del País, las Provincias, los Gobiernos Locales, las organizaciones gubernamentales y de servicios públicos, logrando la integración de las IDE existentes en el País y promoviendo la creación de nuevas, colaborando y cooperando activamente en la formación de recursos humanos competentes en la materia, y en el desarrollo del marco institucional, los acuerdos técnicos y las herramientas informáticas necesarias para lograrlo.
Premisas:
- Fomentar el intercambio de información territorial respetando su autonomía jurisdiccional, conforme a su marco normativo.
- Estimular la cooperación, investigación, complementación y el intercambio de experiencias en áreas de conocimiento relacionadas con la materia espacial.
- Definir lineamientos y estrategias para apoyar a las distintas jurisdicciones en el desarrollo de la información espacial relacionadas con las IDE teniendo en cuenta las necesidades individuales de cada una.
- Acorde con las políticas instaladas en materia de Gobierno Electrónico y libre acceso a la información, propias de un Estado moderno “la Información Geográfica es un bien público y, su acceso y uso, debe ser considerado como un servicio público”.
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<<-- Este video explica, en forma muy didáctica y breve, porque el país necesita de una Ley que de un marco legal a IDERA.
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Las "Infraestructuras de Datos Espaciales (IDEs)" desempeñan un papel crucial en la confección de los Atlas modernos. Porque:
- Acceso a datos geoespaciales: Las IDEs proporcionan acceso a una amplia variedad de datos geográficos, como mapas, imágenes satelitales, datos climáticos, demográficos y más. Estos datos son esenciales para la creación de Atlas, ya que permiten representar de manera precisa y actualizada la información geográfica.
- Interoperabilidad: Las IDEs siguen estándares y protocolos que garantizan la interoperabilidad entre diferentes fuentes de datos. Esto significa que los datos de diversas instituciones y regiones pueden combinarse sin problemas en un Atlas. Por ejemplo, un Atlas que muestre la biodiversidad de un país podría integrar datos de diferentes organismos gubernamentales y ONGs.
- Actualización constante: Los Atlas modernos deben reflejar la realidad geográfica en tiempo real. Las IDEs proporcionan datos actualizados, lo que permite mantener los Atlas al día. Por ejemplo, los cambios en la cobertura forestal, las áreas urbanas o las vías de transporte se pueden reflejar con precisión gracias a la información actualizada de las IDEs.
- Visualización y análisis: Las IDEs ofrecen herramientas para visualizar y analizar datos geoespaciales. Los cartógrafos y diseñadores de Atlas pueden utilizar estas herramientas para crear mapas temáticos, representar capas de información y realizar análisis espaciales. Por ejemplo, un Atlas de riesgos naturales podría utilizar datos de IDEs para mostrar áreas propensas a terremotos, inundaciones o deslizamientos de tierra.
Los modernos
"Atlas digitales" son un complemento de las "IDEs". Mientras que las IDEs proporcionan datos geoespaciales y herramientas para acceder a ellos, los Atlas digitales toman esos datos y los organizan de manera visual y temática, agregando valor al presentar esos datos de manera atractiva y comprensible para el público en genera
En cierto sentido, los Atlas digitales representan una
"evolución" natural de las IDEs. A medida que la tecnología avanza, los Atlas han migrado al entorno digital para aprovechar las capacidades interactivas y multimedia.
En resumen, las IDEs y los Atlas son esenciales para comprender y explorar nuestro mundo desde una perspectiva geográfica.
Fuentes:
1) El Atlas de Víctor de Moussy. La cuestión indígena www.sarmientocm.wordpress.com-
2) Víctor Martín De Moussy, la Argentina se muestra al mundo www.historianatural.wordpress.com-
3) La historia de la cartografía mundial a través de los mapas Facultad de Ingenieria del Ejercito www.fie.undef.edu.ar
4) "Atlas mayor" de Blaeu El resultado de una verdadera lucha de atlas. Universidad de Utrecht. Paises Bajos
5) El Libro del Mar del Almirante Piri Reis Cátedra de Historia y Patrimonio Naval