Ejército Argentino. Cómo se creó:
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1) "Nació con la Patria en 1810" es su lema, pero su creación es anterior y se la debemos a un francés.
La semilla del Ejército argentino brotó de la resistencia contra las Invasiones Inglesas.
El 29 de Mayo conmemoramos el Día del Ejército; sin embargo, quien lo creó no fue la Primera Junta. Su creador ni siquiera fue argentino. Tampoco es tan cierto que nació en 1810. Su nacimiento efectivo data de algunos años antes.
Durante la colonia, como defensa contra las pretensiones portuguesas o británicas, se había constituido el
Regimiento Fijo de Infantería de Buenos Aires. La mayoría de sus soldados eran criollos y su desempeño era bastante mediocre. Carecían de equipamiento, instrucción y disciplina. Sus oficiales, mayormente españoles, estaban relajados y no tenían conocimientos de táctica o estrategia militar. Guarnecían las fortalezas del Virreinato -Buenos Aires, Ensenada, San Miguel, Santa Tecla y Santa Teresa-.
En caballería, se destacaban los
Blandengues, milicias criollas que guardaban las fronteras contra el indio y el portugués. Los había en
Buenos Aires,
Santa Fe y
Montevideo.
José Gervasio Artigas,
Estanislao López y
José Rondeau se iniciaron como "blandengues". Al principio se los armó con lanzas; pero luego, el Virrey Vértiz los proveyó de sables, pistolas y carabinas. Su nombre se debía al modo en que los soldados "blandían" sus lanzas, al saludar a las autoridades, cuando eran revistados.
El "
Real Cuerpo de Artillería" era casi inexistente, de 200 efectivos, sólo 40 guardaban el fuerte porteño, el resto se hallaba en la Banda Oriental. Fue renombrado con "
Regimiento de Artillería de la Patria" el 2 de marzo de 1812.
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Regimiento Fijo de Infantería de Buenos Aires. Este era un cuerpo veterano del Ejército español, con soldados profesionales enviados desde España.
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Blandengue. A) Óleo sobre tela de Mauricio Rugendas (1802-1858). Colección AMALITA, Buenos Aires. B) Recreación actual
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Real Cuerpo de Artilleria - Imagen extraida del facebook del Regimiento de Artillería 1 "Brigadier General Tomás de Iriarte"
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Santiago de Liniers (Museo Naval de Madrid)
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Después del fracaso del Regimiento "Fijo" en 1806, cuando su inacción permitió que sólo 1.600 efectivos británicos tomaran una ciudad de más de 40.000 almas, casi sin luchar; el Comandante General de Armas, Santiago de Liniers decidió reforzar los cuerpos coloniales, para resistir un nuevo intento inglés.
Dicha responsabilidad fue otorgada, a Liniers, por el Cabildo a pedido del pueblo en 1806, que reconocía su liderazgo y valentía durante la Reconquista de Buenos Aires en la primera invasion inglesa. Y sería el primer paso hacia su posterior nombramiento como Virrey del Río de la Plata en 1807.
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Así, este francés convocó al pueblo de Buenos Aires, el 6 de Setiembre de 1806, a enrolarse voluntariamente a la defensa de su ciudad, en diversos cuerpos en razón del origen de cada recluta, que serían el germen del futuro Ejército Argentino.
"Uno de los deberes más sagrados del hombre es la defensa de la Patria que le alimenta –decía Liniers- y los habitantes de Buenos Aires han dado siempre pruebas de que conocen y saben cumplir con exactitud esta preciosa obligación". Su llamado tuvo una gran acogida.
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1.a) Las nuevas milicias populares:
Los criollos (hijos de Buenos Aires) debían incorporarse al Cuerpo de "
Patricios"; los nacidos en las Provincias del Norte, en el de "
Arribeños"; los negros, mestizos, libertos e indios, en el Cuerpo de "
Castas", o de "
Pardos y Morenos". Ademas estaban los "Migueletes", "Cazadores", "Carabineros" y "Quinteros" (jinetes de los arrabales). Los españoles debían conformar sus propios batallones, llamados "
Tercios", y así se constituyeron los Tercios de: "Gallegos", "Andaluces", "Montañeses", "Cántabros" (formados por vizcaínos y asturianos).

Fue mérito de Liniers, como Comandante General de Armas, la organización de las tropas para hacer frente a la tentativa de ataque ingles, que se preveía más o menos inminente. Los jefes eran elegidos por los hombres a quienes mandarían en la lucha, de esta manera serían, al tiempo que comandantes, voceros de la inquietud general.
No era, desde luego, el sistema de un ejército profesional, sino de milicias populares. Se dejaba el fusil y los ejercicios para volver a las tareas diarias. Estas milicias sumadas a las escasas fuerzas veteranas reunían más de 7.800 hombres.
Este nuevo ejército tenía más de 7.800 efectivos, y se empezó a entrenar de inmediato. Los cuerpos debían concurrir en días fijos al Fuerte, "a fin de arreglar los batallones y compañías, nombrando a los comandantes, y sus segundos, los capitanes y sus tenientes, a voluntad de los mismos cuerpos". Era una novedad que la tropa eligiera sus propios jefes y oficiales; sin requerirse, tampoco, instrucción alguna. Esto se apartaba de las Ordenanzas Militares españolas, pero ante la inminencia de un nuevo ataque inglés y el prestigio de Liniers, nadie se opuso.
El flamante ejército realizaba maniobras, a las que el público concurría y aplaudía.
El cuerpo más numeroso era la "Legión de Patricios Voluntarios Urbanos", como se llamaba oficialmente, que conformó tres batallones. Le seguían el de Castas y los Arribeños. Los vistosos uniformes del ejército (cuyos colores principales eran el azul y el blanco, fueron confeccionados con paño capturado en dos naves mercantes inglesas), armas, pólvora y nuevas obras de defensa se costearon con donativos, suscripciones y préstamos.
▪ Regimiento de Infantería 1 "Patricios"
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El cuerpo de "Patricios" nacio en 1806, tras la primera invasión inglesa, como "Legión de Patricios Voluntarios Urbanos de Buenos Aires" integrada por más de 1.300 efectivos, todos nativos de Buenos Aires.
Como su primer comandante, fue elegido Cornelio Saavedra por votación directa de sus propios soldados a pesar de no tener formación militar profesional ya que era comerciante y marcó el inicio de su carrera política y militar, sembrando las bases del liderazgo que Saavedra tendría en la Revolución de Mayo de 1810, donde presidió la Primera Junta.
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A partir del 29 de mayo de 1810, cuando la Primera Junta de Gobierno dispuso la creación de los primeros regimientos de línea del Ejército Argentino, la Legión fue incorporada como el "Regimiento de Infantería N.º 1", manteniendo el nombre “Patricios” como distintivo por su origen y prestigio.
Revistaron en sus filas personalidades de la talla de Don Cornelo Saavedra (su primer Jefe), Belgrano, Chiclana, López y Planes, Pedriel, Díaz Vélez y miles de valientes criollos.
Habitualmente cada 25 de Mayo, los miembros del Regimiento realizan el Relevo de Guardia del histórico Cabildo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con una recreación en alusión a la época.
El Regimiento de Infantería Nº 1 “Patricios” no surge del Regimiento "Fijo" de Buenos Aires, sino que tiene un origen distinto y muy simbólico. Los Patricios nacen como una milicia ciudadana, mientras que el "Regimiento Fijo" era una unidad regular española, con soldados profesionales enviados desde España.
▪ Regimiento de Infantería 2 "Arribeños"
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El cuerpo de "Arribeños nacio en 1806, tras la primera invasión inglesa, como "Batallón de Voluntarios Urbanos de los individuos de las provincias del interior" integrada con voluntarios de las provincias interiores del Virreinato del Río de la Plata (principalmente Córdoba, La Rioja, Tucumán y Catamarca) residentes en Buenos Aires. Contaba con 540 a 600 efectivos.
El nombre "arribeño" por el que es conocido es un gentilicio que hace referencia al territorio argentino que hasta el siglo XIX recibía el nombre de "El Arriba" o "Los reinos de Arriba", siendo las zonas que actualmente corresponden al Cuyo, al NOA y a la mitad noroeste de la provincia de Córdoba. Esa extensa zona recibía ese nombre porque su altitud y relieve es más elevada que la región pampeana.
Aunque inicialmente se identificaban como Regimiento N.º 2, en 1809 fueron re-numerados como Regimiento N.º 3 por disposición del virrey Cisneros, lo que generó confusión en la historiografía posterior.
Estuvieron bajo el mando de oficiales como Domingo French, Francisco Ortiz de Ocampo y Juan Ramón Balcarce, todos figuras clave en la independencia.
El Motín de Arequito
Monumento a la Sublevación Federal. Predio Ferroviario de Arequito, Santa Fe
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El regimiento desapareció en 1820 durante el Motín de Arequito, cuando varias unidades se negaron a continuar combatiendo en las guerras civiles y regresaron a sus provincias.
Ver: El Motín de Arequito: toda una "revolución" (www.ellitoral.com - Por Sonia Rosa Tedeschi).
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Aunque el Regimiento N.º 2 como tal no sobrevivió con continuidad nominal, dos unidades actuales del Ejército Argentino se consideran herederas históricas del cuerpo de los "Arribeños": El Regimiento de Infantería Mecanizado 3 “Gral. Belgrano” (con asiento en Pigüé, Provincia de Buenos Aires, en la guarnición militar “Campamento Cura Malal”) y el Regimiento de Infantería Mecanizado 6 “Gral. Viamonte” (en Mercedes, Buenos Aires).
▪ Batallón de "Castas"
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El "Batallón de Castas" o de "Naturales, Pardos y Morenos" fue la milicia fundada, tras la primera invasión inglesa, en 1806 por orden de Liniers que estaba integrada por: naturales (indígenas), pardos (mulatos libres), y morenos (ex esclavos negros emancipados).
Segun la clasificación del sistema de Castas colonial.
Los Soldados de castas fueron enrolados en las milicias del Río de la Plata desde épocas muy antiguas, un reporte de julio de 1664 señala que la guarnición de Buenos Aires contaba con: una compañía de mulatos de caballería de 30 hombres y otra compañía de negros de infantería de 47 hombres.
En agosto de 1806 los 167 hombres que integraban las compañías de granaderos de pardos libres y de morenos libres de Buenos Aires, y los 600 milicianos de castas reunidos por el teniente Juan del Pino durante la reconquista de Buenos Aires, fueron la base del Batallón de Castas.
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Inmediatamente después de la Revolución de Mayo, el 29 de mayo de 1810 la Primera Junta de Gobierno reorganiza los cuerpos militares existentes, elevado el "
Batallón de Castas" a "Regimiento de Castas", manteniendo su condición de milicia.
Dias despues, el 8 de junio de 1810, la Primera Junta decreta una nueva reorganización militar que afectó directamente al Batallón de Castas, disponiendo que las compañías de naturales indígenas que formaban parte del Batallón fueran separadas y reincorporadas, bajo sus mismos oficiales, a los regimientos de línea, es decir, a las unidades regulares del ejército que no estaban organizadas por
Castas.
Esto implicó que el Batallón de Castas quedara conformado exclusivamente por soldados de origen africano o afrodescendiente (es decir, pardos y morenos), cambiando asi su nombre.
Este cambio no fue meramente administrativo, buscaba integrar a los indígenas en estructuras más formales del ejército, aunque también puede interpretarse como una forma de invisibilización de las identidades originarias dentro del nuevo orden republicano.
El "
Regimiento de Pardos y Morenos" participó en la mayoría de las campañas militares de la Guerra de la Independencia Argentina hasta su disolución en 1816 a causa de la derrota del "Ejército del Norte" en la
Batalla de Viluma del 29 de noviembre de 1815, derrota donde se frustró el intento de anexión del Alto Perú a las Provincias Unidas.
Alli el "Regimiento de Pardos y Morenos" sufrió una pérdida crítica de efectivos, quedando sin mando ni estructura. En lugar de reorganizarlo, se optó por absorber a los sobrevivientes en otras unidades y dar por terminada su existencia como regimiento independiente.
▪ Tercio de Cántabros "Montañeses"
Asociación Civil y Cultural de Recreación Histórica Argentina - ACICURHA - Ver: Recreaciones históricas, un pasatiempo que gana vez más adeptos (www.infobae.com).
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El "Batallón de Voluntarios Urbanos Cántabros Montañeses" o "Tercio de Cántabros Montañeses" fue la milicia fundada, tras la primera invasión inglesa, en 1806 por orden de Liniers que estaba integrada por españoles originarios de Cantabria (la región montañesa del norte de España) residentes en Buenos Aires, alcanzando a 209 efectivos.
Cuando en 1810, se reorganizan los cuerpos existentes y se asignan números en lugar de nombres, el Tercio de Cántabros Montañeses fue renombrado como el Regimiento de Infantería N.º 4.
Aunque tuvo una participación destacada en la defensa de Buenos Aires y en los primeros años de la Revolución de Mayo, su continuidad institucional no se mantuvo de forma directa, siendo sus miembros y tradiciones incorporados en otras unidades.
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Algunos historiadores han intentado trazar una línea de continuidad simbólica entre los cuerpos milicianos y los regimientos posteriores, pero esto suele ser más interpretativo que institucional.
La falta de documentación clara y la reorganización constante del Ejército en el siglo XIX hacen que estas conexiones sean difusas y sujetas a debate.
Hoy, el Regimiento de Infantería de Monte 4 “Cnel. Manuel Fraga” (con asiento en Monte Caseros, Corrientes) se considera heredero de sus tradiciones, pero no hay una línea institucional continua como sí ocurre con el Regimiento de Infantería 1, que proviene directamente del Batallón de Patricios.
▪ Tercio de "Andaluces"
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El Tercio de andaluces o Batallón de Voluntarios Urbanos de los Cuatro Reinos de Andalucía (reinos de Jaén, Córdoba, Sevilla y Granada) fue una unidad miliciana de infantería creada tras la primera invasión inglesa, en 1806 por orden de Liniers con voluntarios nacidos en Andalucía residentes en Buenos Aires. Estaba compuesto por 8 compañías de 55 hombres cada una, lo que da un total aproximado de 440 efectivos
Tras la Revolución de Mayo, cuando la Primera Junta reorganizó las milicias urbanas en regimientos de línea, fue renombrado como el Regimiento de Infantería Nº 5.
Más tarde en la asonada de Álzaga en 1809, donde se alinearon con el virrey Liniers.
Su Comandante inicial fue el Coronel Domingo French, y fue parte del ejército comandado por Antonio González Balcarce en la Expedición al Alto Perú.
Posteriormente, el 30 de diciembre de 1811 fue disuelto y fusionado con el Regimiento N.º 3 de Infantería, perdiendo su identidad institucional, desapareciendo durante el período de la guerra de independencia el uso del Nº 5.
Aunque fue disuelto tempranamente, el Regimiento Nº 5 fue recreado en 1826 para la Guerra del Brasil y ha tenido múltiples reconfiguraciones a lo largo de la historia. Hoy existe como el Regimiento de Infantería Mecanizado Nº 5 “Gral. Félix de Olazábal”, con sede en Villaguay, Entre Ríos.
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▪ Húsares del Rey (o de Pueyrredón)
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La caballería no era numerosa. No cualquiera tenía caballo. Los oficiales usaban el suyo.
Organizados por Juan Martín de Pueyrredón en 1806, antes de la reconquista de Buenos Aires, se creo un cuerpo de tres escuadrones de húsares. El primero estaba bajo su mando directo y los restantes bajo las órdenes del teniente coronel Lucas Vivas y de Pedro Ramón Núñez (Húsares Infernales de Núñez también conocidos como el Tercer Escuadrón de Húsares Voluntarios Urbanos).
Cuando Pueyrredón organizó estas milicias criollas voluntarias, decidió adoptar para su unidad el nombre de: "Húsares del Rey", que luego serían conocidos como los "Húsares de Pueyrredón'. El uso del término “húsares” no solo evocaba prestigio militar europeo, sino que también reflejaba el tipo de tropa que se buscaba formar: caballería ligera, ágil y eficaz en combate rápido, ideal para las circunstancias de la reconquista de Buenos Aires.
El nombre “húsares” tiene raíces europeas, especialmente en la caballería ligera de origen húngaro que se popularizó en varios ejércitos del siglo XVIII y XIX, como los de Francia, Prusia y España. Estos húsares eran conocidos por su velocidad, maniobrabilidad y sus uniformes vistosos.
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Además, el nombre ayudaba a distinguirlos dentro del contexto local, donde otras unidades como los Blandengues o Dragones ya existían. Los Húsares de Pueyrredón fueron los primeros en usar cintas azul y blanca en el ojal, colores que luego se asociarían con la bandera argentina.
Su uniforme era llamativo: dormán y pantalón verdes con detalles amarillos, y un morrión negro con pluma amarilla y punta verde. Más allá de su estética, lo que realmente los distinguió fue su arrojo en combate y su origen voluntario: muchos de sus integrantes eran jóvenes de buena posición económica que costeaban sus propios equipos.
Los Húsares, fueron la primera unidad criolla en entrar en combate, con un origen más espontáneo y patriótico que institucional: Esta unidad de caballería miliciana se enfrentó a los británicos en el
Combate de Perdriel el 1 de agosto de 1806, lo que se considera el primer combate de la caballería argentina. Aunque fueron derrotados, su acción fue clave para retrasar el avance inglés y permitir la llegada de Santiago de Liniers con refuerzos desde Montevideo.
Luego, durante la segunda invasión en 1807, los Húsares Infernales de Núñez combatieron en el
Combate de Miserere del 2 de julio de 1807 y en la defensa de Buenos Aires.
A los Infernales de Núñez se les encomendó trasladar a los prisioneros británicos de la Reconquista al interior del Virreinato, incluyendo a Williams Beresford, quien elogió la caballería criolla.
Los "Húsares de Pueyrredón" fueron el cuerpo de milicias criollas que es considerado como el más antiguo del arma de caballería del Ejército Argentino. Su continuidad histórica se prolonga en el actual Regimiento de Caballería de Tanques 10, Húsares de Pueyrredón.
▪ Patriotas de la Unión
fue el primer cuerpo de artillería
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La artillería seguía escasa y rudimentaria, a cargo de los "Patriotas de la Unión", que agrupaba a españoles y criollos, que fue el primer cuerpo de artillería
Era la menos prestigiosa, ya que no resultaba atractivo arrastrar pesados cañones, cargarlos, y llenarse de pólvora, humo y metralla, o recibir disparos, sin poder defenderse, por servir al cañón.
Se desconocían los avances de la artillería francesa. El mismo Napoleón Bonaparte era general de artillería. Los artilleros napoleónicos, orgullosos, decían que su mejor defensa era "el humo de sus cañones". Faltaba aún para que la artillería argentina adquiriera la importancia que la hizo destacar en Ituzaingó, al mando del general Tomás de Iriarte.
Los recreadores que, hoy, los recuerdan utilizan trajes y armamentos similares a los que usaban esos vecinos sin formación militar.
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1.b) La "Cruz de Borgoña"
Bandera militar del Virreynato del Rio de la Plata. Era uno de los estandartes que flameaban en el Fuerte de Buenos Aires antes de las invasiones inglesas de 1806 y 1804.
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La "Cruz de Borgoña", también conocida como la "Cruz de San Andrés", era el símbolo militar utilizado por los ejércitos del Imperio Español desde el siglo XVI hasta el siglo XIX.
Durante las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, Buenos Aires aún formaba parte del Virreinato del Río de la Plata, bajo dominio español. Por lo tanto, las tropas regulares y muchas de las milicias criollas combatientes en defensa de la ciudad usaban la Cruz de Borgoña como estandarte.
Las milicias, aunque improvisadas y voluntarias, se organizaban bajo estructuras militares españolas y adoptaban sus símbolos. Ademas, la Reconquista de Buenos Aires, liderada por Santiago de Liniers, fue una acción en nombre del rey, por lo que el uso de la Cruz de Borgoña era coherente con esa lealtad.
Después de la Revolución de Mayo en 1810, los símbolos reales comenzaron a ser reemplazados por emblemas patrios.
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Cuerpo de "Patricios" combatiendo durante la segunda invasión inglesa.
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El Regimiento de Infantería 1 “Patricios”, es la unidad militar con continuidad histórica más antigua de Hispanoamérica. Su primer pabellón de Guerra data de 1807.
Bandera que uso el Cuerpo de "Patricios" en su bautismo de fuego, el 5 de julio de 1807, en la Defensa de Buenos Aires, contra el invasor inglés.
Incluía la Cruz de Borgoña como elemento central, y en los extremos de la cruz se encontraban los escudos de armas de la ciudad de Buenos Aires, rematados por la corona real.
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Por haberse desempeñado
Don Manuel Belgrano (creador de la Bandera Argentina) como Secretario del Consulado de Buenos Aires desde 1794 y cumplido las funciones de Primer Sargento Mayor de Patricios en 1806, es posible que haya gravitado en la adopción de dicho modelo de bandera.
De ser así, habría estado vinculado a las dos banderas de guerra de los Patricios, la inicial que nace en 1807 y la albiceleste que lo sucede, constituyendo una continuidad de creación, ya que Belgrano mandó al cuerpo de "Patricios" bajo las dos banderas.
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1.c) "Bautismo de fuego" de los futuros soldados argentinos
La
"prueba de fuego" de las milicias criollas, porque todavía no existía un "ejército argentino" como tal, tuvo lugar en la "Defensa" de Buenos Aires
durante la Segunda Invasión Inglesa.
Este flamante e improvisado ejército de 7.800 efectivos, junto al pueblo de la ciudad, conducidos por Liniers, batieron a más de 9.000 soldados veteranos profesionales, despejando, para siempre, su amenaza de conquista.
Fue el bautismo de fuego de los futuros soldados argentinos, ya que estas milicias evolucionaron hasta convertirse en el Ejército de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Liniers fue ascendido, primero a Mariscal de Campo, y luego, a Virrey del Río de la Plata, el 3 de diciembre de 1807. Los criollos tomaron consciencia de su fortaleza y su capacidad de defenderse; que en los momentos de dificultad, poco o nada se podía esperar de la Metrópoli. Se perdió la antipatía hacia las milicias; y éstas comenzaron a acercarse a quienes motorizaban las ideas de independencia.
Mientras aumentaba la autoconfianza en los criollos, crecía la antipatía hacia las fuerzas coloniales españolas. Sobre ellas, el propio Cabildo habia manifestado, el 26 de junio de 1806, un día después del inicio de la Primera Invasión Inglesa al Río de la Plata, como reacción inmediata al desembarco británico, en un contexto que le da aún más peso a las críticas sobre el estado del ejército virreinal (en lugar de organizar la defensa, el 27 de junio de 1806, dos dias despues del desembarco, el virrey Rafael de Sobremonte reunió los caudales públicos y emprendió la retirada hacia Córdoba):
"¿Qué podía esperarse de unos jefes que, en lo menos que han pensado toda su vida ha sido en arreglar sus regimientos y en sujetarlos a la disciplina? [...] El Fijo de Infantería sólo cuenta hoy 72 soldados de servicio, y para éstos hay 94 oficiales; que el de Dragones cuenta con otros tantos soldados que aquél, poco más o menos, y mayor número de oficiales, sucediendo lo mismo con el de Blandengues.". Cabildo de Buenos Aires. (1806, 26 de junio). Acta del Cabildo sobre el estado del ejército virreinal. En Documentos para la Historia del Virreinato del Río de la Plata (Tomo I, pp. 234–240). Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.
Esta crítica fue uno de los detonantes para que el Cabildo tomara un rol más activo en la defensa de la ciudad, lo que luego derivó en la formación de milicias criollas como los Patricios.
Luego vino el previsible choque entre los cuerpos españoles y los criollos.
Cornelio Saavedra admitía que, a los españoles,
"acostumbrados a mirar a los hijos del país como sus dependientes, y tratarlos con el aire de conquistadores, les era desagradable verlos con las armas en la mano". El conflicto se precipitó durante el Virreinato de Liniers. El no ser éste español, y haber creado a los cuerpos criollos, a quienes trataba con consideración, lo hizo un virrey muy popular entre éstos. Como contrapartida, se fue ganando paulatinamente la desconfianza y el recelo de los españoles.
Agudizó esta crisis la invasión napoleónica a España, con lo que Francia pasó a ser enemiga de los españoles. Éstos buscaban, entonces, la manera de deponer a Liniers.
Los conspiradores se agruparon en torno a don
Martín de Alzaga, Alcalde de Primer Voto de Buenos Aires. El Cabildo fue el centro de la confabulación. De la conjura participaron: el
Obispo Lué,
Mariano Moreno (a quien nunca le cayó bien Liniers) y los "Tercios" españoles de Gallegos, Vizcaínos (Cántabros) y Catalanes. También participó el 3º Batallón de los Patricios. El 1º de Enero de 1809 coparon la Plaza de la Victoria, al grito de: "¡Muera el francés Liniers!", "¡Junta como en España!", vivando al Cabildo.(conocida como
Asonada de Álzaga)
Alzaga y Moreno llegaron al Fuerte a exigir la renuncia del virrey. Éste, acorralado, alcanzó a firmarla. En ese momento, irrumpió Saavedra con los jefes de las tropas leales a Liniers: Arribeños, Húsares, Patriotas de la Unión, junto a los Tercios de Montañeses y Andaluces. Le manifestaron su apoyo al virrey, y le obligaron a romper su renuncia. Seguidamente, intimaron a los sublevados a retirarse. Bastó una breve carga de los Húsares de Martín Rodríguez y que salieran los cañones de los Patriotas de la Unión a la plaza, para concluir el motín.
Este episodio marcó un punto de quiebre entre criollos y peninsulares. Aunque no fue una revolución formal, debilitó el poder español en el virreinato y fortaleció el liderazgo criollo, preparando el terreno para la Revolución de Mayo de 1810.
Esta asonada mostró a los futuros líderes de la Primera Junta (Saavedra y Moreno) en bandos antagónicos: ya entonces no coincidían políticamente, y seguramente se tenían antipatía. Además, hubo dos "Tercios" españoles que sostuvieron al virrey: los Andaluces y los Montañeses; pues muchos de sus miembros eran criollos. Otra sorpresa fue que los "Patriotas de la Unión", cuerpo creado y sostenido por el Cabildo, se enfrentó a su propia Institución madre. Dos batallones de la Legión de Patricios permanecieron leales al virrey y el Tercer Batallón (influenciado por Mariano Moreno) acompañó a los sediciosos.
Esta asonada mostró a los futuros líderes de la Primera Junta (Saavedra y Moreno) en bandos antagónicos: ya entonces no coincidían políticamente, y seguramente se tenían antipatía. Además, hubo dos "Tercios" españoles que sostuvieron al virrey: los Andaluces y los Montañeses; pues muchos de sus miembros eran criollos. Otra sorpresa fue que los "Patriotas de la Unión", cuerpo creado y sostenido por el Cabildo, se enfrentó a su propia Institución madre. Dos batallones de la Legión de Patricios permanecieron leales al virrey y el Tercer Batallón (influenciado por Mariano Moreno) acompañó a los sediciosos.
Agradecido, Liniers reconoció que
"la energía y el patriotismo de los Cuerpos y Jefes ya citados me sacaron de este conflicto con el mayor denuedo". Saavedra dijo:
"así concluyó aquel día memorable... porque, en efecto, en él las armas de los hijos de Buenos Aires abatieron el orgullo y miras ambiciosas de los españoles y adquirieron superioridad sobre ellos".
Liniers disolvió a los "Tercios" sublevados: Vizcaínos, Gallegos y Catalanes. Sólo se salvaron los Andaluces y Montañeses. A aquéllos se les quitaron sus banderas y se les prohibió usar uniforme. Se destituyó al Jefe del 3º Batallón de Patricios, y se desterró a los responsables de la conjura; despejando el horizonte de eventuales oponentes a fuerzas mayormente criollas.
El panorama se complicó con el arribo de
Baltasar Hidalgo de Cisneros, en reemplazo de Liniers. A su llegada, las tropas no lo aclamaron, y se lo recibió de mala gana. El nuevo virrey indultó a los responsables del 1º de Enero, y devolvió sus banderas a los oficiales de los Tercios disueltos; pero sin volverlos a constituir; dejándolos como "reserva", como "Batallones del Comercio". Por razones económicas eliminó varias unidades menores. Redujo a 2 los batallones de Patricios (que eran 3). Puso a sueldo sólo a los oficiales en actividad y suprimió 2 escuadrones de los Húsares.
Finalmente, y "para evitar las rivalidades que suelen introducir la nominación", les quitó los nombres que tenían, hasta entonces, las unidades de Infantería, y las pasó a numerar, como simples "batallones". Así: 1 y 2 correspondían a los dos batallones subsistentes de Patricios; 3 a los Arribeños; 4 a los Montañeses, 5 a los Andaluces, 6 a la reserva de los Cuerpos Urbanos del Comercio, 7 a los Granaderos de Fernando VII y 8 a Pardos y Morenos.
Así fue cómo el último virrey del Río de la Plata les dio a los Patricios el número que hasta el día de hoy tienen, como Regimiento de Infantería de Línea Nº 1. Sin embargo, todo el mundo siguió llamando a las unidades con sus denominaciones tradicionales.
Estas reformas le granjearon la antipatía del ejército que, de ser "mimado" con Liniers, pasaba a sufrir el "ajuste" de Cisneros, quien además les quitaba las denominaciones con las que orgullosamente habían expulsado al invasor inglés, y a reivindicar a los "Tercios" españoles disueltos. Por eso, el ejército, resentido con el virrey, respaldó decisivamente las acciones de Mayo.
La Primera Junta aprendió la lección y le dio un gran impulso al ejército. El 27 de Mayo, cuenta
Juan Beruti:
"todas las tropas de Artillería, Infantería y Caballería formaron un cuadro en la plaza; salió la Junta, el Presidente las arengó, y juraron obediencia; y luego hicieron una descarga de artillería y fusilería, con lo cual se concluyó".
Dos días después, el 29 de mayo, a instancias del Secretario de Guerra y Gobierno,
Mariano Moreno, la Junta emitió una proclama, considerada el
nacimiento formal del Ejército Argentino, por la cual reconocía el protagonismo de las tropas durante la gesta del 25 de Mayo y ordenaba varias medidas para aumentar "la fuerza militar de estas Provincias".
Elevó todos los Batallones de Infantería a Regimientos (al revés de lo que había hecho Cisneros), con 1.116 efectivos cada uno. Ordenó reincorporar a los que habían sido dados de baja, "que actualmente no estuvieron ejerciendo algún arte mecánico o servicio público" y dispuso una leva de "todos los vagos y hombres sin ocupación", entre 18 y 40 años. El vocal
Miguel de Azcuénaga tenía a su cargo la "Armería Real", que entregaba fusiles a cada cuerpo, en función del número de soldados. Se obligó a los vecinos a depositar en casa de Azcuénaga sus armas y mandó pagar sueldo a todos los soldados alistados.
La Revolución iniciaba, asi, el arduo camino hacia la Independencia; que iba a costar mucho sacrificio, lucha, sinsabores y sangre. Por eso se preparaba para una pelea que sabía terrible, de la mano de un ejército que había vencido a los ingleses y había contribuido decisivamente a terminar con el Virreinato del Río de la Plata. Así nacía, formalmente, el Ejército Argentino.
Fuentes:
1) Cuándo y cómo se creó realmente el Ejército Argentino. Por Juan Thames - www.infobae.com - 28 May 2016
2) Para descargar: Invasiones_Inglesas.pdf. Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires - Edición 2007
3) Milicias creadas en Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas. www.es.hispanopedia.com
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2) Creación Institucional del Ejército Nacional.
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La guerra con el Imperio del Brasil (1825 a 1828), precipitó los acontecimientos en Buenos Aires.
El Congreso General Constituyente de 1824 (instalado en Buenos Aires), aprobó el 31 de mayo de 1826, la creación del ejército nacional.
Las raíces del Ejército Argentino vienen de 1810, pero su creación legal y nacional como institución estatal fue durante la guerra con el Brasil, reforzando el concepto de un Estado nacional con un ejército centralizado, subordinado al poder presidencial.
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Cuando el Imperio del Brasil declaró la guerra a las Provincias Unidas del Río de la Plata en diciembre de 1825, se generó una fuerte necesidad de centralizar el poder para enfrentar el conflicto. Fue entonces que, en el seno del Congreso General Constituyente, reunido en Buenos Aires, se propuso la creación de un Poder Ejecutivo nacional.
La iniciativa fue impulsada principalmente por
Bernardino Rivadavia, quien era ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores de la provincia de Buenos Aires, durante el gobierno del general Martín Rodríguez.
La
Ley de Presidencia fue aprobada el 6 de febrero de 1826. Ella creó un Poder Ejecutivo Nacional permanente, con el título de "Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata", que sería designado por el Congreso; y duraría en sus funciones el tiempo que tardase en ser establecida la proyectada constitución nacional. Para el cargo fue elegido Bernardino Rivadavia, quien nombró a
Carlos María de Alvear como su ministro de guerra y marina.
En dicho congreso se discutió en torno a la definición del concepto de Nación. Manuel Antonio Castro sostuvo la tesis que: aunque no hubiese Constitución, había Nación, y ese hecho se desprendía de la declaración de la independencia en el Congreso de Tucumán. Ahora bien, la existencia de la Nación como hecho evidente entrañaba la creación de una fuerza para defenderla.
La ley del ejército nacional arrastró la necesidad de otras leyes nacionales, como ser:
la formación de un fondo de la Nación, y la creación del "Banco nacional".
Antes de llamarse "ejercito argentino" era llamado ejercito patriota o independentista o rebeldes por los españoles.
Lo que hoy llamamos ejercito inicio con las invasiones inglesas, si bien en ese entonces era el Virreinato del Río de La Plata, las milicias que surgieron estaban compuestas por mayoría criolla y no española peninsular. La falta de accion española en defender el virreynato fue uno de los motivos de la independencia, y entre los cuerpos milicianos que surgieron están los regimientos mas antiguos que perduran.
Por otra parte, el Día del Ejército Argentino se celebra cada 29 de mayo, dado que en esa fecha pero de 1810, tres días después de la Revolución de Mayo, una de las primeras disposiciones de la Primera Junta se refirió al papel del ejército, al emitirse la "
Proclama a los Cuerpos Militares de Buenos Aires", donde se exaltaba la actuación que dichos cuerpos habían tenido en esa semana trascendental, y se considera el acto fundacional del Ejército Argentino.
▪ Unidades que derivan de los cuerpos creados el 29 de mayo de 1810.
Estas fueron la base de las fuerzas patriotas que luego combatieron en las guerras de independencia.
Los Batallones Militares existentes se elevarán a regimiento con la fuerza efectiva de 1116 plazas, reservado la Junta proveer separadamente sobre el arreglo de la caballería y artillería volante. (dice la proclama del 29 de mayo 1810).
Ese día se crearon cinco regimientos, basados en milicias existentes:
| Unidad |
Acción tomada el 29 de mayo de 1810 |
Origen |
| Batallones de Patricios |
Elevados a Regimiento de Infantería N.º 1 |
Milicias criollas urbanas |
| Arribeños |
Elevados a Regimiento de Infantería N.º 2 |
Milicianos del interior |
| Pardos y Morenos |
Elevados a Regimiento de Infantería N.º 3 |
Afrodescendientes libres y esclavizados |
| Tercio de Cántabros Montañeses |
Elevados a Regimiento de Infantería N.º 4 |
Españoles originarios de Cantabria |
| Tercio de Andaluces |
Elevados a Regimiento de Infantería N.º 5 |
Españoles originarios de Andalucía |
| Cuerpo de Artillería Volante |
incorporadas al "Real Cuerpo de Artillería" |
Patriotas de la Unión (españoles y criollos) |
| Caballería |
Reorganizada y equipada |
Escuadrones de húsares y lanceros |
El
Regimiento de Infantería 1 "Patricios" es el más emblemático: aún existe hoy como unidad ceremonial y operativa, con sede en Buenos Aires. Participó en todas las etapas fundacionales del país, desde la Revolución de Mayo hasta las campañas de San Martín.
Estas unidades fueron reorganizadas y renombradas a lo largo del siglo XIX, pero su legado se conserva en la estructura actual del Ejército Argentino, especialmente en los regimientos de infantería histórica.
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3) Cuarteles historicos del Ejercito Argentino.
Cuarteles historicos del Ejercito Argentino que han sido declarados patrimonio historico.