Puertos al Sur de la Ciudad de Buenos Ayres
En casi todo el siglo XVII permanecieron desconocidos los puertos en la Ensenada de Barragán (arroyo "La Fama"), en la desembocadura del arroyo Conchitas (Puerto Colares), y en la desembocadura del Arroyo Buñirigo (o Atalaya), por lo cual estos lugares eran cómodos para efectuar operaciones de carga y descarga en los buques que contrabandeaban, lejos de la vigilancia (de hecho muy relajada) a que estaban sujetas las embarcaciones que fondeaban en el Riachuelo o frente a la ciudad de Buenos Aires.
1.a) Contexto: El Contrabando
La palabra "contrabando" fue utilizada para referirse al comercio ilícito que se realizaba
“contra el Bando real” que establecía rígidas normas para el comercio. El contrabando nació como una necesidad destinada a permitir la exportación de frutos codiciados en Europa y la llegada a la Colonia, de artículos de imprescindible necesidad. El contrabando rompía todas las barreras. La vida misma lo imponía. Fue una fuerza progresista en la estrechez y miseria de la Buenos Aires colonial.
El contrabando, prohibido por las leyes, era tolerado por los gobernadores, admitido por los cabildos y alentado por la población al advertir sus resultados.
Las razones:
1.- "Restricciones Comerciales": La Corona española imponía estrictas restricciones comerciales para mantener el monopolio y controlar el comercio de sus colonias. Esto incluía la prohibición de comerciar con naciones extranjeras y la obligación de que todas las riquezas del Alto Perú pasaran por el puerto de Lima antes de llegar a España.
Monopolio comercial del virreinato del Perú
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Para la corona española, toda la riqueza generada por el cerro de Potosí en el Alto Perú (hoy República de Bolivia) sólo podía salir por el puerto del Callao en Lima, hacia el puerto de "Panamá" en el pacifico, luego transportadas por tierra a través del istmo para ser reembarcadas en "Portobelo" y desembocar en Sevilla. Asegurando los beneficios a los comerciantes de esas ciudades, tributarios de importantes “comisiones” a la corona. Para ello estableció formalmente un sistema de galeones.
A Buenos Aires se le asignó la misión de cuidarle la espalda a esta ruta, quedando así totalmente marginada. El mecanismo comercial no podía ser más engorroso; las mercaderías enviadas desde España después de llegar a Lima debían ser transportadas por tierra unas 630 leguas (3.000 kms), demorando entre 4 y 6 meses en completar el viaje entre Lima y Buenos Aires.
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2.- "Costos Elevados": Las rutas comerciales oficiales eran largas y costosas. Los productos enviados desde España pasaban por Panamá y Lima antes de llegar a Buenos Aires, lo que inflaba los precios debido a los numerosos intermediarios.
3.- "Necesidad Económica": Los habitantes de Buenos Aires necesitaban productos que no podían obtener fácilmente a través de las rutas oficiales. El contrabando se convirtió en una solución para obtener bienes a precios más accesibles.
4.- "Corrupción y Complicidad": Muchos funcionarios locales estaban involucrados en el contrabando, ya sea participando directamente o aceptando sobornos para mirar hacia otro lado.
5.- "Demanda de Esclavos": El tráfico de esclavos también era una parte importante del contrabando. Los esclavos eran introducidos clandestinamente y vendidos en mercados como Potosí, generando grandes ganancias para los contrabandistas.
La situación no era realista: Los porteños se veían impedidos de ejercer comercio legal alguno, con excepción del proveniente del Alto Perú y al mismo tiempo no tenían ningún acceso a la plata y el oro con los que tenían que pagar los altísimos precios de las mercaderías que eran consideradas legales. La necesidad de encontrar otro camino para surtirse de los insumos y alimentos que le eran necesarios, hizo que pronto se comenzaran a realizar algunas operaciones de canje con los barcos holandeses, portugueses y franceses que llegaban al Puerto de Buenos Aires.
Río o "Riviere de la Plata". Mapa de BELLIN 1758. Mapa antiguo en cobre del siglo XVIII; Jacques-Nicholas Bellin (1758). 21,5 x 30,5 cm, 8,5 x 12 pulgadas
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En 1590 un barco mercante de origen holandés, el “Silveren Werelt” (Mundo de Plata en castellano), comandado por el piloto Enrique Ottsen, descubrió una nueva ruta hacia el Río de la Plata, bordeando la costa argentina en lugar de tomar la acostumbrada ruta a lo largo de la costa uruguaya.
Y así se abrió un lucrativo comercio con los mercaderes argentinos, aceptando pieles y sebo (que se obtenía prácticamente sin costo en razón de su abundancia) en pago por mercaderías europeas, que no sólo eran de mejor calidad, sino también de menor precio en relación con las que podían obtenerse legalmente.
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Pronto comenzaron a presentarse nuevas y tentadoras alternativas: el país vecino, Brasil, que contaba con más de ciento veinte ingenios azucareros en operación y una población de esclavos negros que necesitaban de los productos alimenticios rioplatenses, ofrecía azúcar, esclavos y artículos de manufactura europea a cambio de pieles, charqui, tasajo y cecina.
Pero en 1622 las protestas presentadas por parte de Lima y Sevilla, trajeron aparejado como consecuencia, el cierre total del Puerto de Buenos Aires al comercio (con excepción de una pequeña embarcación que podía ingresar, solamente una vez por año) y el establecimiento de una aduana “seca” en la provincia de Córdoba.
Los colonos afectados por esta medida, estando en juego su supervivencia, decidieron burlar la Ley y así nació en el Río de la Plata el contrabando, palabra que fue utilizada a partir de entonces, para referirse al comercio ilícito que se realizaba “contra el Bando real” que establecía rígidas normas para el comercio.
No existió funcionario colonial alguno, comenzando por el gobernador, que osara detener el comercio ilícito; que no solo beneficiaba a los contrabandistas, sino que también eran fuente de ingresos para la población entera de la ciudad, que veía el contrabando con complacencia. Hubieron estratégicas concesiones de tierras costeras a los mercaderes que ejercían el contrabando.
Una muestra de “viveza criolla” fue un invento que sería un suceso: Se aprovecho una disposición firmada en 1581 entre España y Portugal (
unidas bajo la corona de Castilla en 1580), por la cual las naves de ambos reinos que se hallaran en peligro (necesidad de hacer reparaciones en la nave, falta de víveres, o por peligro de corsarios) podrían ingresar a cualquiera de los puertos más cercanos y vender toda su carga, pese a ser este un puerto vedado por la legislación hispana, en el marco del citado monopolio comercial español.
Así
arribaron “forzosamente” a Buenos Aires centenares de naves portuguesas que traían esclavos negros y mercaderías. Estos productos se vendían a precios muy inferiores a la mercadería legalmente procedente de Lima.
Los cambios se sucedieron en 1776 cuando el gobierno, alarmado por la magnitud del contrabando de plata, de la cual no se obtenía renta pública alguna, reconoció la realidad e incluyó al Alto Perú en el nuevo
Virreinato del Río de la Plata, teniendo como capital a Buenos Aires.
El primer virrey,
Pedro de Ceballos emitió el famoso edicto de comercio libre (1777), permitiendo así que Buenos Aires desarrollara actividades comerciales legalmente; a continuación tuvo lugar el decreto real que
finalizó con el monopolio de Sevilla (1778) y también la apertura del comercio entre Buenos Aires y otros determinados puertos hispanoamericanos y españoles (1778).
En 1779 se estableció la Aduana en Buenos Aires y en 1794 el Consulado y se produjeron drásticos cambios en las actividades de los buques mercantes: Los criollos exigían el libre comercio, mientras que los españoles demandaban un monopolio, o al menos, el ejercicio de control. La lucha que se entabló entonces por el poder.
Después de producida la revolución de mayo de 1810, la reorganización de los servicios de aduana y patrulla costera llevada a cabo por
Bernardino Rivadavia en la década de 1820, redujo el contrabando a la condición de actividad ilegal, perseguida por las autoridades.
Fuentes:
1) El contrabando en las costas de Quilmes a comienzos del siglo XVII por dr. José a. Craviotto
2) El contrabando en el río de la plata (1778) wwww.elarcondelahistoria.com
1.b.I) Contexto: Las compraventas de esclavos
La fusión de las
dos Coronas (España y Portugal) bajo el reinado de Felipe II (unión que duraría seis décadas), propicio el uso y abuso de las "arribadas forzosas" por parte de los capitanes negreros. Los esclavos eran
bantúes introducidos directamente desde Congo, Angola y Mozambique, o haciendo escala en puertos del Brasil, todos territorios bajo el dominio lusitano.
El tráfico de esclavos tuvo su punto neurálgico en la Plaza San Martín (frente a Retiro) conocido como
“el retiro de los esclavos”. Allí permanecían los africanos recién llegados hasta ser derivados con sus nuevos amos.
Luego, la mayoría era transportada por los comerciantes desde Buenos Aires hacia Córdoba, donde se bifurcaba el camino para dirigirse hacia Chile o al Alto Perú (hoy Bolivia). Estos esclavos costaban aproximadamente la sexta parte de los que se traían desde el puerto de Cartagena.
Una vez desembarcados en Buenos Aires después de ser revisados, tasados y
"carimbados", eran vendidos como
"negros bozales" o
"costal de huesos". Cuando aprendían el idioma y un oficio pasaban a llamarse
"ladinos".
Ejemplos. Fuente: CARIMBA, las marcas de los esclavos en el Buenos Aires de los siglos XVII y XVIII - (www.ri.conicet.gov.ar)
Entre 1777 y 1812 entraron al puerto de Buenos Aires y Montevideo más de 700 barcos, con 72 mil esclavos africanos. Hacia 1810 (momento de la Revolución de Mayo), Buenos Aires tenía alrededor de 40 mil habitantes y se calcula que un tercio eran de origen africano.
Los esclavos fueron utilizados en las milicias y ejércitos de Buenos Aires. Durante la primera invasión inglesa a Buenos Aires en 1806, un grupo significativo de esclavos negros formó parte de las milicias que defendieron la ciudad, aproximadamente unos 300 de los 1600 milicianos. (ver Invasiones Inglesas:
el Cuerpo de Esclavos en la defensa de Buenos Aires, de Guillermo Palombo).
La situación anárquica y la militarización que caracterizo al periodo entre 1810 y 1870, inicio la practica del
"rescate de esclavos para la guerra"; donde los propietarios eran obligados a vender al estado parte de sus esclavos varones mayores de 13 para ingresar como libertos a los cuerpos de infantería y artillería, donde cobraban la mitad de paga bajo la promesa de libertad después de servir cinco años.
Esta participación en las vanguardia de las guerras independentistas y civiles posteriores es tenida como una de las causas de la desaparición de la población Afro en la Argentina. De los 2.000 soldados negros que cruzaron la cordillera de los Andes acompañando a San Martín, volverían al finalizar la campaña solo 150, y en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) el numero de soldados muertos fue devastador, por mencionar algunos de los conflictos.
En 1813 la Asamblea dispuso la "Libertad de Vientres" que indicaba que los hijos de esclavos que nacieran a partir de entonces pasaban a ser libertos. Nació el "Patronato" que era el derecho que regulaba la custodia del liberto por el amo de su madre, por el cual debía servirle hasta los 16 o 20 años según fuera varón o mujer. En la practica, el Patronato era una esclavitud encubierta ya que podía venderse ese Patronato.
La abolición de la esclavitud fue decretada definitivamente en Buenos Aires en 1860, pero ya regia para las provincias a partir de la promulgación de la Constitución en 1853.
1.b.II) El legado cultural de los descendientes de estos esclavos traídos del África es parte de nuestra idiosincrasia: El dulce de leche, las achuras e inclusive las payadas, que son elementos claves en nuestra argentinidad, tienen raíz africana.
El lunfardo –palabra del dialecto lombardo- nació como una lengua plebeya, asociada a la delincuencia de las clases inferiores de la sociedad y está asociado a la cultura arrabalera, tanguera.
Nota: "Aquí no hay negros"
Los historiadores del establishment en Argentina, empeñados en construir una identidad nacional basada principalmente en la herencia europea, obviaron el aporte crucial de los esclavos y sus descendientes al desarrollo económico y cultural del país.
Hubo una manipulación que llegó convertida en historia oficial a las escuelas. Ni los pueblos originarios, ni los afrodescendientes tenían un lugar".
Un ejemplo de ese proceso de in-visualización es el caso de "María Remedios del Valle", una afrodescendiente que participó en todas las batallas de los ejércitos libertadores de Manuel Belgrano, que por sus contribuciones, fue proclamada "madre de la patria argentina". Pero en 1870, cuando se empieza a reescribir la historia en torno a la inmigración, piensan que no es muy coherente tener una madre de la patria negra, cuando se promovía una inmigración blanca, y empezaron a ignorarla y a correrla de la historia, y así la hicieron desaparecer".
Otra historia que ha cobrado relevancia en los últimos años gracias a los esfuerzos de activistas afroargentinos que buscan reconocer el aporte de la población negra al desarrollo de Argentina, es el de "Felipa Larrea", considerada la última esclava afrodescendiente superviviente del período colonial en Argentina. Ella nació el 1 de mayo de 1810 en Buenos Aires, en la casa de Juan Larrea, miembro de la Primera Junta, y a lo largo de su vida, trabajó en el servicio doméstico y cuidado en casas de familias aristocráticas, incluyendo las de Bernardino Rivadavia y Domingo Faustino Sarmiento.
Felipa fue testigo de importantes eventos históricos, como el fusilamiento de Camila O'Gorman en 1848, a quien asistió en sus últimos momentos. A pesar de su libertad, vivió en condiciones de extrema pobreza hasta su muerte el 18 de enero de 1910, a los 99 años.
No se trata de juzgar hacia atrás, sino entender cómo se construyó nuestra nacionalidad, nuestra historia oficial, nuestro imaginario colectivo.
Fuentes:
1) Historia de la esclavitud en Argentina www.cultura.gob.ar
2) La ruta del esclavo.pdf www.cultura.gob.ar
3) Las huellas desconocidas que los esclavos africanos dejaron en la vida de los argentinos www.infobae.com
4) El Diego de la Vega verdadero, un “zorro” que traficaba esclavos en la Colonia www.cultura.gob.ar
5) Los olvidados de la revolución: el Rio de la Plata y sus negros www.journals.openedition.org
6) La Ruta del Esclavo en el Río de la Plata: su Historia y sus Consecuencias.pdf UNESCO Office Montevideo and Regional Bureau for Science in Latin America and the Caribbean
7) Sitios de Memoria de La Ruta del Esclavo en Argentina, Paraguay y Uruguay UNESCO Office Montevideo and Regional Bureau for Science in Latin America and the Caribbean
1.c) Contexto: La línea costera de la margen occidental del Río de la Plata
La llanura costera del margen sur del Río de la Plata evolucionó sobre un
sustrato modelado durante la
transgresión del
Holoceno. Su configuración actual es el resultado de procesos de
progradación que acompañaron el último descenso relativo del nivel del mar. La evolución de esta llanura estuvo controlada por la interacción de condiciones hidrometeorológicas, la migración de un
depocentro fangoso y fluctuaciones relativas del nivel del mar.
La barranca en el margen sur del Río de la Plata es más pronunciada, con una altura que supera los 10 metros en algunas áreas. Esta barranca es mayormente rectilínea y se encuentra en la región de Ensenada y Berisso, donde se puede observar claramente la diferencia de altura entre la llanura costera y el nivel del río.
Los bañados en esta región eran áreas bajas y anegadas que se formaban debido a la acumulación de agua en depresiones naturales. Con el tiempo, muchos de estos bañados fueron rellenados para permitir el desarrollo urbano e industrial. Un ejemplo notable es la Reserva Ecológica Costanera Sur en Buenos Aires, que se formó a partir de terrenos rellenados con escombros y desechos de construcción. Estos rellenos han alterado significativamente el paisaje natural original.
Humedal en la costa de Bernal. Dentro de la Reserva Natural de Quilmes Avellaneda.
Toda la costa ribereña de Buenos Aires es (o era) un humedal (una máquina biológica) y con millones de interacciones entre flora y la fauna. En la actualidad los grandes negocios inmobiliarios (con mega-barrios residenciales),sumados a los grandes intereses de las Industrias, que vuelcan contaminantes con escaso control, mas el volcado de residuos urbanos para ir levantando el terreno, nos pronostican la desaparición del mismo (ver Asamblea No a la entrega de la Costa Avellaneda-Quilmes.)
Cuando Juan de Garay fundo Buenos AIres en 1580, lo hizo teniendo muy presente la ordenanza española en la cual se daban las normas para el asiento de las poblaciones en el Nuevo Mundo: "elección de sitios sanos no anegadizos rodeados le agua, buenos aires, y de tierra de labranza".
A 300 metros de profundidad tenemos el basamento cristalino que es prolongación del macizo de Brasilia, el cual está a la vista en Tandilia y en la isla Martín García.
La sedimentación de la región fue tanto de origen continental como de origen marino. Precisamente las ingresiones marinas tuvieron su efecto en toda la costa del Río de la Plata, formando las barrancas que se avistan notoriamente, dejando una meseta con elevaciones que es donde se asienta la ciudad.
La meseta donde se asienta Buenos Aires tiene por frentes, al Este la barranca del Río de la Plata, Avda. Del Libertador, Leandro Alem y Paseo Colón; al Norte y al Oeste la Avda. General Paz y por el Sur la barranca del Riachuelo que en la actualidad marca las calles Directorio, Lafuente, Castañares, Curapaligüe, Cobo, Caseros, Martín García.
Dentro de la misma podemos distinguir siete elevaciones naturales:Parque Lezama, Plaza de Mayo, Plaza San Martín, la Recoleta, barrancas de Belgrano, Lomas del Cementerio de Flores y Villa Lugano.
Las barrancas, hacia el sur de la ciudad, fueron horadadas por los cauces de los ríos Matanza-Riachuelo y por múltiples arroyos que con un recorrido significante a través de los bañados costeros volcaban sus aguas al río de la Plata.
Fuente: Evolución holocena de la llanura costera del margen sur del Río de la Plata J. L. Cavallotto - Revista de la Asociación Geológica Argentina - oct/dic 2002.
2) Puertos al Sur de la Ciudad de Buenos Ayres
Detalle en "Carta esférica del Rio de la Plata" de Andres de Oyarvide de 1812. Donde según nota de referencia: "Los números de la Zonda son Brazas de 6 Pies Inglesas averiguadas cuando el rio estaba mas abajo que mediano". Si una Braza equivale a 1,8288 metros entonces donde el zondeo indicada 21/2 (en la rada frente en la boca del puerto) la profundidad sería de 4,5 metros.
A modo de referencia (indicio de como era la costa) se indican los lugares de desembarco durante las invasiones inglesas:
1) El 25 de junio de 1806 en la costa de Quilmes, y 2) el 28 de junio de 1807 en la Ensenada de Barragán.
2.a) Puerto Colares (o Puerto de Don Gaspar), en la desembocadura del arroyo Conchitas (Partido de Berazategui).
Fue un antiguo puerto dedicado al contrabando durante el siglo XVIII. El arroyo “Las Conchitas” se navegaba con botes.
Frente a la desembocadura del arroyo, la profundidad de las aguas del rio de la Plata, tanto en la "Carta esférica del Rio de la Plata" de
Andres de Oyarvide de 1812, como en las cartas actuales, se anotan profundidades mayores a corta distancia de la costa, que en otros lugares. Es decir que este "puerto” tenía aguas más profundas que todos los demás puntos de la costa conocidos en aquellos años.
En la desembocadura del Arroyo Conchitas, en el punto llamado Punta Colares, un tal Gerónimo de Benavides vigilaba la costa del Río de la Plata al sur del Riachuelo para descubrir los navíos que ingresaran por el Sureste y dar aviso al gobernador. El 24 de diciembre de 1635, pidió y obtuvo merced del gobernador del Rio de la Plata
Pedro Esteban Dávila, de las tierras costeras que iban desde el arroyo Conchitas hasta la estancia de don Antonio Gutiérrez Barragán.
Fuentes: 1 de julio de 1807- Combate del arroyo Las Conchitas www.pueblokilmes.com.ar
2.b) Puerto Atalaya, en la desembocadura del arroyo Buñirigo
En el siglo XVII, en vista del peligro que corría la colonia de Buenos Ayres ambicionada por potencias extranjeras, por Cédula del 16 de marzo de 1663, el Gobernador
José Martínez de Salazar da la orden de restaurar el fuerte de la ciudad y hace levantar torres en la costa del Río de la Plata que sirvieran de atalayas para avistar los barcos piratas y dar la noticia de los mismos, impidiendo ademas el contrabando y suministro de víveres.
El arroyo Buñirigo (o arroyo Atalaya) de recorrido serpenteante, tenía la cualidad de poseer una buena profundidad para naves de porte mediano. Para ese entonces la playa con marea alta permitía que barcos como goletas o sumacas entraran a la protección del arroyo. Una atalaya se levantó en la desembocadura y por eso su nombre.
En 1735 como consecuencia del fallido ataque a "Colonia del Sacramento" (posición portuguesa) y dada la superioridad naval de los portugueses en el rio de la Plata, el Gobernador
Miguel de Salcedo ordena el refuerzo con una guardia de milicianos, a la Atalaya existente en el pago de Magdalena, la cual adquiriría importancia por los avisos enviados al Fuerte que protegía a la Ensenada de Barragán, que era el mejor fondeadero de este lado del rio de la Plata.
Las costas de Atalaya (desembocadura del Arroyo Buñirigo) fueron escenario de distintos intentos de invasión, habiendo sido todos ellos infructuosos.
El primero ocurrió en la época de la Guerra con el Brasil, el 24 de agosto de 1826, cuando 65 soldados del Imperio fueron rechazados por una milicia de 25 gauchos armados de bolas, lazos y algunos sables.
Años después, en 1838, cuando Francia (en plena expansión imperialista), rompe relaciones con el gobierno que encabezaba Rosas, y declara un bloqueo naval al Río de La Plata. La fuerza naval francesa era entonces una de las más importantes del mundo, y su comandante el Almirante Luis Francisco Leblanc, posiblemente molesto porque desde el Puerto de Atalaya se burlaba el bloqueo, intentando dar un escarmiento y también con la idea de establecer una posición terrestre, ordena el desembarco de una fuerza, cubierta por fuego de artillería.
La acción, conocida históricamente como
“El Combate del Sauce”, se desarrolla el 9 de Mayo de 1839, y en ella se alzan victoriosas las fuerzas del piquete (unos 70 hombres) que comandaba el Sargento Mayor Miguel Valle. Los derrotados, al regresar a sus navíos, prenden fuego a ocho embarcaciones que estaban fondeadas en el puerto. Hubo otros episodios de similares características, pero el aludido fue el más importante.
Existe la presunción de que el primer poblamiento de la actual ciudad de Magdalena, que se encuentra a legua y media (7 kms) de Atalaya, se produjo con las familias de los milicianos afectados a esa guarnición militar, ya que existía una disposición que prohibía construir un núcleo poblacional a menos de una legua de la guardia establecida.
El muelle data de la época de los saladeros que se instalaron en Atalaya en 1871, fue construido con más de 800 vigas de quebracho colorado inmersos en el canal natural de acceso al Arroyo, y por el cual los saladeros enviaban las barcazas llenas de cueros, carne salada, charque, rabos y pezuñas entre otros productos de la mencionada industria, a los barcos anclados en el Río de La Plata, que luego comercializaban en Uruguay, Brasil y Europa.
Cuando en 1871 se desata en Buenos Aires la epidemia de fiebre amarilla, los saladeros y mataderos son echados de la ciudad. En busca de las condiciones necesarias para su desarrollo (agua dulce disponible, una ruta de acceso a los buques de ultramar y la fácil llegada de las tropas) llegan a Magdalena, más precisamente a Atalaya.
Fuentes:
1) ATALAYA: frustradas invasiones carlosraulrisso-escritor.blogspot
2) Atalaya (Buenos Aires) wwww..wikipedia.org
2.c) La Caleta de Ensenada: Fuerte Barragán, Antiguo Puerto de Ensenada, y nuevo Puerto de la Plata
Derecha: Detalle de la Ensenada de Barragán en "Carta esférica del Rio de la Plata" de Andres de Oyarvide de 1812. Izquierda: Detalle en la carta náutica "H118 Rio de la Plata Superior" del servicio de Hidrografía naval del 2020
Mapa Dinámico: