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Juan Manuel de Rosas

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Como era Rosas: Según la mayoría de las descripciones, porque hay algunas de buscan oscurecer su figura, Rosas fue una persona de tez blanca, cabellos rubios, estatura media y espaldas anchas, de notable belleza física. Hablan de un rostro "hermosamente proporcionado" y de ojos celestes

Su figura provoca lealtades y odios, admiración y desprecio hasta la actualidad.

Nació en 1793, fue tres veces gobernador de la provincia de Buenos Aires desde principios de los años 30 hasta principios de los años 50 del siglo XIX,

Conoció la psicología del indio y poseyó su lengua tan a fondo que escribió una gramática y un diccionario pampa.
Ver: Anvnmapu antv reke feleyalu (Para que la paz sea como el sol)
Estudio de la negociación de un tratado de paz, escrito en lengua mapuche por Juan Manuel de Rosas

El general San Martín le legó su sable como muestra de admiración.

En la cláusula 3º de su testamento, dice: “como una prueba la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injusticias pretensiosas de los extranjeros que trataban de humillarla”.
Ningún argentino recibió nunca mejor premio.

Murió en 1877, a los 83 años, en Inglaterra, en una granja que trabajó casi hasta el último día. Vivía solo y al borde de la miseria. Los restos de Juan Manuel de Rosas permanecieron en el exilio durante más de un siglo. Su cuerpo fue repatriado el 1 de octubre de 1989, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem, en cumplimiento de una ley promulgada en 1974 por la presidenta María Estela Martínez de Perón. Reposan actualmente en el panteón familiar del Cementerio de la Recoleta en la Ciudad de Buenos Aires.

El 30 de septiembre de 1989 sus restos llegaron a Rosario. Hubo una misa y un acto en el Monumento a la Bandera; luego el féretro fue llevado por el río Paraná a Buenos Aires, previa parada de honor en la Vuelta de Obligado.


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Tumba de Rosas en el Cementerio de la Recoleta

Rosas tuvo varios hijos. Con su esposa, María de la Encarnación Ezcurra, tuvo tres hijos: Juan Bautista, María (quien falleció siendo niña) y Manuela, también conocida como Manuelita. Además de un hijo adoptivo: "Pedro Rosas y Belgrano" quien fuera hijo natural de Manuel Belgrano y María Josefa Ezcurra, hermana de Encarnación.

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Hijos del matrimonio Rosas-Ezcurra
Es decir que el matrimonio Rosas crió como propio a su sobrino. Pero Manuel Belgrano les había pedido que, cuando Pedro fuese mayor de edad, le contaran la verdad sobre su origen. A los 21 años, el hijo adoptivo de Rosas y Ezcurra supo que la mujer a la que llamaba tía era su madre biológica y que Manuel Belgrano había sido su padre.

Este episodio de la vida del creador de la bandera fue por mucho tiempo ignorado por los historiadores. Por un lado, la elevación de Manuel Belgrano a la categoría de prócer y modelo imponía ocultar romances e hijos extramatrimoniales, “deslices” todavía reprobables a fines del siglo XIX y comienzos del XX. Por otro lado, en la grieta que instaló nuestra historiografía al momento de su consagración en los manuales -por obra principalmente de Bartolomé Mitre-, Manuel Belgrano quedó del lado de los buenos y Rosas del de los malos.

Durante la década de 1840 Pedro fue nombrado comandante de Azul —el pueblo más importante del sur de la provincia en esa época— y oficialmente encargado de las relaciones con los indígenas en todo el sur de la provincia. Se encargaba de lo que Rosas llamaba el "negocio pacífico", esto es, entregar a los indígenas "amigos" provisiones, alcohol y yerba mate a cambio de que los indígenas se mantuvieran en paz con las poblaciones de frontera y ayudaran a reprimir a los que las atacaran.

Después de la caída de su padre adoptivo, Pedro siguió siendo el juez de paz de Azul, por orden directa de Urquiza.

En 1855 el gobierno decidió confiscar todos los bienes de Juan Manuel de Rosas y de sus hijos. Dado que, legalmente, Pedro era hijo de Rosas, perdió todos sus bienes, once estancias en total.


Ver:
1) Juan Manuel de Rosas: un niño rebelde, y por qué cambió su apellido . Infobae
2) "Repatriacion de los Restos de Rosas" . Infobae
3) Pedro, el hijo secreto de Manuel Belgrano que fue adoptado por Juan Manuel de Rosas. Infobae


Que fué de sus propiedades:

1) Casa donde nació, calle Sarmiento entre Florida y Maipú, en Capital Federal.

Su nacimiento, el 30 de marzo de 1793, se produjo en el solar de propiedad de su madre, Agustina López de Osornio, situado en la calle que en ese entonces se denominaba Santa Lucía, actual calle Sarmiento entre las calles Florida y Maipú, en la ciudad de Buenos Aires.

En 1791, Sánchez de Velasco, albacea de la sucesión, pidió el remate de la casa. Despues de un remate que se anuló se remató en 1835, la compró José María Ezcurra (hermano de Encarnación, la esposa de Rosas).

En la actualidad, no se conserva ninguna estructura original de la casa, y se encuentra allí emplazada una Sucursal del Banco Ciudad.

Nota: Hay placas recordatorias del nacimiento a una cuadra de alli (en Sarmiento entre Florida y San Martín), lugar donde estaba la quinta de Cecilio Sánchez de Velasco (padre de Mariquita Sánchez de Thompson) quien era el albacea de la sucesión de don Clemente López de Osornio y tenía a su cargo a Agustina (que tenía 7 años al momento del fallecimiento de Clemente López de Osornio, abuelo de Rosas).
Puede ser que Agustina, y posteriormente, el matrimonio León Ortiz de Rozas-Agustina López de Osornio (padres de Rosas), después de la muerte de la madre de Agustina, vivieran en la casa de su albacea, dado el estado de deterioro que tenía la construcción.

Fuente: Donde nació Juan Manuel de Rosas ? Buenos Aires - Historia


2) Estancia "Rincón de López", en la desembocadura del rio Salado

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Casco de la estancia visto desde el parque.

El abuelo de Juan Manuel de Rosas, Don Clemente López Osornio, fue sin duda un iniciador de la industria agrícolo-ganadera. Era dueño del “Rincón de López”, sobre la desembocadura del rio Salado en el rio de La Plata. Se llama “Rincón” a los campos situados en la unión de dos ríos, estos recodos servian de cercados para el ganado cimarrón en los tiempos que no habia alambrados.

La estancia, de 40 leguas aproximadamente, era la principal abastecedora de Buenos Aires.

Se vivía en lucha con el indio. Un día un ataque más; y don Clemente y su hijo Andrés mueren lanceados y degollados por la indiada. Era el 13 de diciembre de 1783. Agustina, la futura madre de Rosas, tiene 7 años, y posteriormente sería la heredera de la estancia.

Después de las invasiones inglesas los padres de Rosas se instalan en la estancia, dedicándose a la explotación rural. En 1811 vuelven a Buenos Aires y dejan a Juan Manuel a cargo. Tiene ya 17 años.

Aquí vivió Juan Manuel su niñez, hasta que va a la escuela, a la edad de nueve años. En realidad toda su vida alternó el campo y la ciudad. Cuando va la familia al campo, el viaje tardaba cuatro días.

El 16 de marzo de 1813, Juan Manuel con 20 años se casa con Encarnación Ezcurra de 17 años. Y van a vivir al Rincón de López. Las casas de la estancia eran pobres, la hacienda era cimarrona, no había alambrados, aguadas ni molinos, y el indio acosaba. Vivir allí era odisea y aventura.

Cuando Agustina desconfió de la administración de su hijo. Juan Manuel enojado abandonó el hogar paterno, y, sin más que sus prendas personales y su mujer. Nada quiso llevarse, incluyendo el apellido al cual modificó transformándolo en Rosas, a secas, y con “s”.

López de Osornio se asentó en las márgenes del Salado en 1761 y el título de propiedad fue expedido a sus descendientes en 1811, veintiocho años después de su trágica muerte. En 1824 los padres de Rosas venden el Rincón de López, a Braulio Costa quien pide mensura y luego vende a Gervasio Ortiz de Rozas, uno de los 9 hermanos de Juan Manuel. Gervasio muere soltero, y enemistado con su familia lega la estancia a Castro Sáenz Valiente

En el casco de la estancia se conserva un viejo olmo, a cuya sombra pasó días de su niñez Bartolomé Mitre, huésped de don Gervasio; y años después. El joven Lucio V. Mansilla hizo otro tanto, castigado por su madre, luego de un desvarío amoroso de adolescente.

Fuente: Los amores de Juan Manuel de Rosas . Arcon de Buenos Aires


3) El saladero de Rosas: Establecimiento Las Higueritas

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A) Placas conmemorativas en el frente actual, B) Frente original con ventanas coloniales con rejas de hierro forjado, C) Techos de ladrillos de tirantería de madera

Rosas, ya independizado de los negocios familiares, en 1815, con veintidós años de edad, forma sociedad con su amigo (y luego consuegro) Juan Nepomuceno Terrero, y Luis Dorrego (hermano del coronel Manuel Dorrego). La sociedad, cuyo 50% de capital fue aportado por Dorrego y la parte restante, de común acuerdo, por Rosas y Terrero, se dedicaría a la explotación ganadera, saladero y exportación de carne salada a Río de Janeiro y La Habana.

Así, en 1815, nace el primer saladero bonaerense, denominado las Higueritas, ubicado al sur del río Barracas, en Quilmes (poco tiempo antes, en 1812, había sido inaugurada la primera planta saladeril del antiguo virreinato, en el pueblo de Ensenada, perteneciente a la sociedad conformada por los británicos Robert Staples y John Mc Neil y el oriental Pedro Trapani). Este era el negocio del momento: la carne salada se sumaba a los cueros como la única exportación de la joven nación. Con cierta simultaneidad a Las Higueritas, en distintos lugares de la Provincia de Buenos Aires entre 1815 y 1816, se fueron instalando alrededor de 20 establecimientos más.

En la ley de Aduanas de 1835, impulsada por Rosas, se le aplicaría a la sal el impuesto más bajo y la exportación de charque quedaría liberada de gravados.

La casa fue construida en 1778 y constaba de tres cuerpos contiguos de distintas alturas. El Saladero se fundó un 24 de noviembre de 1815 y funcionó solo 5 años en ese sitio. El predio fue arrendado por la Sociedad de Rosas, no comprado. Aunque la casa de la calle Magdalena 940 se mantuvo en pie durante más de 200 años, hoy ya no quedan rastros de ella. La fachada principal se encuentra hoy encerrada en el interior de la manzana

El saladero se instala cercano a la ex Reducción indígena de los Quilmes (mano de obra, el 14 de agosto de 1812 por Decreto del Primer Triunvirato, firmado por su secretario Bernardino Rivadavia, se declaró extinta la Reducción de los Indios Quilmes), en el cruce de caminos principales (actuales cruces de la Avenida Donato Álvarez y Avenida Centenario Uruguayo, hoy Partido de Lanús), a cien metros del Arroyo Las Perdices (hoy entubado por debajo de la calle Ayacucho), con socios que lo abastecerán de materias primas, ganados, sal, y puertos apropiados. Ello no sería bien visto por los ganaderos y comerciantes de Buenos Aires, que no aportaban ningún valor agregado a sus productos.

En 1818, por presión de los abastecedores de carne de la capital, el director supremo rioplatense Juan Martín de Pueyrredón dispuso la suspensión de esas tareas, debido a la escasez de carne para el abasto porteño. Los saladeros continuaron clausurados hasta 1819, en que vuelven a la actividad.

      Nota: La falta de higiene de estas industrias y las epidemias que azotaron a Buenos Aires en 1868 y 1871 llevaron a que el gobierno provincial prohibiera estos establecimientos en Buenos Aires y las inmediaciones del Riachuelo, lo que determinó el cese definitivo de la misma. En 1908 ya no quedaban más saladeros en la Provincia de Buenos Aires.

La sociedad embaló sus cosas rápidamente de Las Higueritas, y se dirigió al Sur, a la frontera inhóspita, con el mismo objetivo: la actividad saladeril y cría de ganado vacuno. Con el capital aportado inicialmente en Quilmes, que era, por parte de Dorrego y de Rosas un total de $6.058, a cual se le sumaron las utilidades netas obtenidas del saladero de Las Higueritas: un total de $11.919, más otro aporte adicional de Dorrego por $1.800, se compraron dos estancias de tres leguas de fondo y tres leguas de frente, en la Costa del Salado, en la jurisdicción de Guardia del Monte. Una de ellas sería la famosa Los Cerrillos

Dorrego se retiró de la sociedad en 1821 y en 1837 finalizó la asociación entre Rosas y Terrero, aunque no así su amistad. La disolución, por mutuo consentimiento de los asociados, resultó en la división de ganados y de tierras. La estancia San Martín, Los Cerrillos y los terrenos al exterior del río Salado, quedaron para Rosas, en tanto Las Perdices y El Rincón del Cardalito, para Terrero.

Fuente:
      1) El Saladero de Rosas . Arcon de Buenos Aires
      2) Saladero las Higueritas . Pueblo Kilmes


4) Estancia Los Cerrillos. San Miguel del Monte

En 1819, Juan Manuel de Rosas en sociedad con Juan Terrero y Luis Dorrego, compraron campos (2 leguas por 3) a don Julián del Molino Torres, sobre el rio Salado a 30kms de San Miguel del Monte, dando origen a la estancia “Los Cerrillos”, que llegó a ser un modelo de organización y eficiencia, con 60 arados trabajando (un record para la epoca).

Para protegerse de los indígenas armó una unidad militar, conocidos como “los colorados del monte”, que con el tiempo sería el único regimiento disciplinado y mejor armado en la campiña bonaerense.

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A) Rancho de Rosas en su emplazamiento original en "Los Cerrillos", B) en San Miguel del Monte, luego de su traslado al solar donde se encontraba el Fortín Guardia del Monte, C) Fachada en la actualidad

El célebre rancho de Rosas, es el único exponente en pie de sus pertenencias, cuidado durante más de un siglo por la familia Bemberg, que había llegado a ser propietaria de Los Cerrillos. Es una construcción típica de su época; el techo consta de un entramado tipo bambú, con espadaña y atado con tientos de cuero de potro. Tiene paredes de barro y paja, de unos 45 cm de espesor y la planta es de tipo "chorizo", con cuatro habitaciones sucesivas.

Luego de un acuerdo con Otto Bemberg para remover la edificación, en 1987 se la trasladó San Miguel del Monte y se la emplazó en el solar que utilizó la primitiva Guardia, en la intersección de las calles Belgrano y Rosas. El edificio fue extraído de cuajo y asentado sobre tres vigas de concreto de 25 metros de largo y ocho cruzadas de 8 metros; para el traslado usaron un carretón de 120 ruedas, sobre el que se lo puso con criques hidráulicos: fue el primer traslado de una construcción de adobe hecha en América del Sur.

El éxito del negocio, pasada la crisis saladeril de la época del Directorio, le permitió a Rosas reinvertir sus ganancias y seguir ampliando su patrimonio territorial. En 1821 agrega 2 y 1/4 de leguas en el partido de la Matanza (estancia San Martín y luego llamada por Rosas Del Pino) y 2 leguas en el partido de Magdalena (estancia El Rey); en 1826, 1 y 1/4 legua en Monte; y en 1829 54 y 1/4 en enfiteusis.

Cuando Rosas se fue del país, exiliado a Inglaterra, sus propiedades (trescientas ochenta mil hectáreas) fueron confiscadas y rematadas entre ella la estancia “Los Cerrillos” que fue comprada en remate público por Jacinto Arauz y luego, su hijo Adolfo José Arauz la vendió.


5) Estancia San Martín (o del Pino). La Matanza

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A) Estancia San Martin (o Del Pino) actual Museo Juan Manuel de Rosas B) Detalle de la torre

Esta propiedad, que se encuentra en el camino que unia Buenos Aires con San Miguel del Monte (hoy ruta 3), con su edificio de fines del siglo XVIII, fue adquirida el 20 de abril de 1822 por la sociedad Rosas, Terrero y Dorrego, a la familia de Mercedes Saraza y José María del Pino (hijo del virrey Joaquín del Pino y Rozas), quienes la poseían desde 1805. Se la conocia como estancia San Martín, por don Juan de San Martín, que anteriormente había levantado construcciones en sus predios, con carácter de intruso.

Los límites iniciales de esa merced eran de diez kilómetros de frente por quince de fondo, acrecentados luego con la compra de varios campos vecinos que sumó a su estancia. Así en el año 1774 suma tres mil hectáreas y el campo vecino que llegaba desde el arroyo Chacón hasta el río Matanza.

Cuando Rosas sube al gobierno , y se disolve la sociedad Rosas, Terrero y Dorrego, don Juan Manuel la reservó para sí. Formó allí un monte con miles de acacias blancas, paraísos, nogales, olivos y frutales diversos.

En los campos de la estancia San Martín pastaban los ganados más finos de la provincia, mejorados los rebaños por los servicios de aquel famoso toro Tarquino, el primer Shorthorn importado al país por el inglés Miller, que era vecino y amigo de Rosas.

Después de Caseros, cuando el Director Provisional, Urquiza, liberó de la confiscación, momentáneamente, los bienes del Restaurador, el apoderado de éste, Juan Terrero (yerno e hijo de su antiguo socio), vendió la estancia a José María Ezcurra y Arguibel (cuñado de Rosas). La operación, por 2.000 onzas de oro, se realizó el 8 de noviembre de 1852.

Luego de la muerte de Ezcurra Arguibel, quien la hermoseó con un nuevo parque que diseñó el ingeniero Thays, sus hijos dividieron la heredad, en 1876: el casco y 1.800 hectáreas fueron para Lorenzo Ezcurra y Alina Jolly Medrano. Luego en el año 1929 los hijos de Lorenzo Ezcurra vendieron la propiedad a Domingo Kairuz.

El decreto presidencial Nº 120.411, del año 1942, declaró monumento histórico al casco, con cuatro hectáreas, con los siguientes considerandos: “Edificio típico de arquitectura rural de fines del siglo XVIII, conocido como Estancia del Pino,...."

A fines del año 1970 fue adquirida por la Municipalidad de la Matanza y en setiembre de 1972, por decreto Nº 6790, fue creado el "Museo Histórico Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas". Se conserva la habitación donde Rosas y Lavalle se entrevistaron el 16 de junio de 1829.

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La capilla, a la Virgen de la Merced (antes a la Sagrada Familia), hoy parte del museo.

Fuente:
           1) A 200 años de la llegada de Juan Manuel de Rosas a La Matanza, la historia de las tierras que fueron su baluarte . Infobae
           2) San Martín, la estancia de Rosas . www.revisionistas.com.ar


6) Finca de la familia Ezcurra. Barrio Montserrat. CABA

Ese terreno, situado en la manzana comprendida entre Belgrano, Perú, Moreno y Alsina, por entonces el sector más acomodado de la ciudad, había sido comprado por Juan Ignacio Ezcurra, el futuro suegro de Juan Manuel de Rosas. Rosas ya casado con Encarnación Ezcurra vivieron allí junto a sus hijos Juan y Manuelita, aquí tenía lugar su vida familiar.

En 1838, cuando fallece su esposa Encarnación Ezcurra, Rosas se mudaría al caserón que había mandado hacer en Palermo. Entre 1836 y 1844, el líder federal le fue comprando a su suegra, Teodora Arguibel de Ezcurra, no sólo la casa de Moreno 550 sino los lotes adyacentes. Se quedó casi con media manzana.

Entre la finalización de la Campaña de Rosas al Desierto en 1835, y la inauguración de la estancia San Benito de Palermo (actual Parque Tres de Febrero) en 1848, fue centro político de la Confederación Argentina.

La casa, fue también sede de Gobierno mientras Rosas era el gobernador de Buenos Aires, entre 1829 y 1832, y también a partir de 1835 y hasta su derrota en la batalla de Caseros, en 1852. Tras dicha batalla, que marcó la caída y el exilio de Rosas, funcionó como Casa de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, y fue la última sede antes de la fundación de la Ciudad de La Plata en la década de 1880, adonde se trasladó definitivamente.

En 1870, cuando el ex líder punzó hacía tiempo que vivía en Southampton, Reino Unido, un plano municipal de la calle Moreno testimoniaba que las propiedades de Rosas se habían mutado y fragmentado en la Casa de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la Escuela Modelo, el Papel Sellado de la Provincia, la Oficina de Patentes, la Escribanía Mayor del Gobierno Provincial y la Casa de Justicia Nacional –futuro germen de la Corte Suprema de la Nación-

En Moreno 550 funcionó el Correo Central de la Nación Argentina, hasta 1901. Luego se estableció un conventillo, que fue demolido para convertirse en un estacionamiento en planta baja.

Actualmente se levanta un edificio que alberga el Sitio Arqueológico La Cisterna, abierto al público el 25 de octubre del 2023.

Los restos de esta casa fueron descubiertos en 2017, en una obra en Moreno 550. El hallazgo más importante es una cisterna, la cual es la mayor alguna vez descubierta en Buenos Aires: redonda, con 7,20 metros de diámetro, 6 metros de profundidad y una capacidad superior a los 200.000 litros de agua. Revestida con mortero de cal y polvo de ladrillo, tiene un piso de baldosas francesas de la región normanda de El Havre.

Nota: Antes de que Buenos Aires tuviera agua corriente, el agua doméstica provenía del rio traida por los aguateros y de las lluvias. La mayoría de la gente juntaba el agua en tinajas; sólo una familia pudiente podía darse el lujo de tener una cisterna con paredes de ladrillos que garantizaran la pureza del agua.

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Aspecto de la gigantesca cisterna durante la restauración

Fuentes:
     1) La casa de Rosas será un museo . Infobae
     2) Un sitio arqueológico abrirá por primera vez mañana en pleno centro porteño . Infobae
     3) En el lugar donde vivió Juan Manuel de Rosas funcionará el Museo del Sitio, con reliquias del 1800 . Perfil


7) El Versailles pampeano. Casa de Juan Manuel de Rosas en Palermo

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Residencia de Rosas en Palermo

Rosas compra los terrenos ubicados en el Bañado de Palermo, donde estaba la capilla de San Benito, en 1836, dos años antes de la muerte de su esposa. Allí, construyó una casona de una planta, de 78 por 76 metros, coronada por cuatro torres, una en cada esquina. En 1837 comienza su construccion y finaliza en 1843.

Rodeada por un gran parque, Palermo de San Benito tenía un salón de fiestas donde abundaban los espejos y los muebles de caoba. El dormitorio de Rosas miraba al río, y en los jardines había avestruces, teros y gavilanes.

Cuando Rosas fue derrocado el 3 de febrero de 1852, la casa fue destino de múltiples usos. Justo José de Urquiza la usó para alojamiento de su tropa. Luego de la confiscación ordenada mediante el decreto 1474 del 16 de febrero de 1852, la casona y los terrenos fueron sede del Colegio Militar (1870-1892).
    Ver pdf:El caserón de Rosas - fotografías de la Escuela Naval Militar . Héctor César Gotta ; Daniel Schavelson ; Abel Alexander.

En noviembre de 1875 el presidente Nicolás Avellaneda inauguró el Parque 3 de Febrero, más conocido como Bosques de Palermo, en terrenos que habían pertenecido a la casona de Rosas. Nada mejor que borrar aquel pasado de barbarie con la civilización de un jardín de tipo francés, para el que se presentaron 19 ingenieros paisajistas y arquitectos.

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Original del proyecto ganador para el parque 3 de Febrero firmado por el suizo Adolf Methfessel, aunque su finalización como se lo conoce en la actualidad se la debe a Carlos Thays, cuando fue director de Paseos y Jardines.

Finalmente, la casa se demolio durante el segundo gobierno de Roca y la intendencia de Adlofo Jorge Bulrich (1898-1902), para festejo y regocijo de los unitarios de la época, el 2 de febrero de 1899 a la noche, así cuando salio el sol al día siguiente, aniversario de la batalla de Caseros, no quedaban más que escombros.

De hecho, en 1900, donde alguna vez estuvo el Caserón de Rosas se localizó un monumento dedicado a Sarmiento, obra del francés Auguste Rodin.

Fuente: La noche que volaron con dinamita el caseron de Rosas asado y cerveza gratis . Infobae


8) Cuartel General de los Santos Lugares. San Andrés, provincia de Buenos Aires

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Cuartel General de los Santos Lugares de Rosas, en 1901, antes de su demolición.

Allá por fines del siglo XVIII llegaron a esas tierras unos religiosos franciscanos quienes establecieron una misión bautizando el lugar con el nombre de “Santos Lugares de Jerusalem”. En la esquina sudeste de lo que hoy son las calles Ayacucho y La Crujía edificaron su convento (los cuartos o celdas de los conventos reciben el nombre de “crujía”). Por ello pronto se conoció al sitio como “La Crujía”.

Con motivo del decreto confiscatorio de 1822 de las propiedades de la iglesia del gobernador Martín Rodríguez –a instancias de su ministro Bernardino Rivadavia-, esas tierras pasaron a ser propiedad del estado. Al asumir el brigadier general Juan Manuel de Rosas el gobierno de la provincia de Buenos Aires, se instalaron en él en 1838 los cuarteles conocidos como de “Santos Lugares” o también de “La Crujía”, ocupando toda la manzana limitada por las hoy calles: La Crujía, Ayacucho, Libertad y Río Bamba.

Las familias de los soldados del campamento dieron impulso al caserío inicial de los franciscanos donde construyeron una capilla (hoy está la Catedral), siendo el origen de la localidad de San Martín.

Por San Lorenzo – San Miguel – Warnes – Canning las tropas llegaban a Palermo; por 3 de Febrero derecho, iban hacia la Guardia del Monte.

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Comandancia General de Santos Lugares. Hoy Museo.

Unas cien metros al norte del cuartel, en la actual calle Pombo 410, Rosas edificó la comandancia (su casa cuando visitaba a las tropas entre 1840 a 1852). De aquí salió don Juan Manuel para la batalla de Caseros.

Esta fué casa de familia hasta 1988 cuando la compra la Municipalidad de General San Martín para que funcione allí el Museo Histórico Regional Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas.

Fuente: Los cuarteles de Santos Lugares . www.revisionistas.com.ar


9) En el exilio. Southampton. Inglaterra

Juan Manuel de Rosas gobernó hasta el 3 de febrero de 1852, cuando fue vencido por Justo José de Urquiza en la batalla de Caseros.

El buque en el que viajaba Rosas arribó el 26 de abril de 1852 a Plymouth. Debido a la confiscación de sus bienes, Rosas se encontró en una precaria situación económica durante un tiempo, hasta que cuando logró hacerse de algún dinero arrendó una propiedad en las afueras de Southampton.

Mientras tanto, en Buenos Aires se le declaraba reo de lesa patria y se le sometía en ausencia a los tribunales locales y hasta se le condenó a la pena de muerte, que se realizaría en Palermo, una vez que el gobierno inglés cediera a su extradición. Ello no ocurrió, y Rosas siguió viviendo en Inglaterra hasta su muerte, ocurrida el 14 de marzo de 1877, a los 84 años.


Mapa con la ubicación de las propiedades y lugares importantes en la vida de Juan Manuel de Rosas

10) En la política.

En 1818 hizo su primera aparición pública presentando al gobierno un extenso memorial en defensa de los saladeristas en el ya mentado conflicto con los abastecedores de la ciudad de Buenos Aires, en el que decía lo siguiente:

“La campaña del Sud, rico depósito de ganado mayor, precisa una policía rural ejecutiva. Subsiste en ella una turba de ociosos, vagos y delincuentes que consumen, desperdician y faenan tanto número de reses cuanto es el que en muchas ocasiones podría remediar las necesidades del abasto. Semejante turba se tolera, no se persigue.”

En 1819 y 1820 insistirá, en sendas presentaciones, en la necesidad de la policía rural, solicitando la delegación de su ejercicio en los mismos estancieros. Dada la pertinente autorización por Pueyrredón, organizó su famoso cuerpo de milicias, los Colorados del Monte, sin perjuicio de seguir intentando atraerse el gauchaje matrero, induciéndolo a pasar de la libre correría y el saqueo al trabajo en la estancia o el saladero.

El año crucial de 1820 desnudó el fracaso del grupo que hasta entonces había gobernado a la nueva nación desde la ciudad porteña; su obstinada disputa con las provincias del Litoral artiguista pareció resolverse entonces en favor de éstas cuando, después de Cepeda, las montoneras gauchas de Francisco Ramírez y Estanislao López se apearon de sus caballos, con su primitivo aspecto, en el corazón mismo de la orgullosa y aristocrática ciudad-puerto.

Allí demostró sus cualidades políticas convenciendo a Estanislao López, veinticinco mil cabezas de ganado mediante, de que se retirara con sus montoneras del territorio bonaerense.

Rotos los precarios lazos que unían a las distintas porciones del ex territorio del Virreinato; desaparecida la autoridad nacional, cada una de ellas retomó su primitiva soberanía. A partir de allí Buenos Aires fue una provincia más, y ya libre de sus compromisos nacionales y americanos, se replegó sobre sí misma para iniciar una escalada de progreso.

Fue el año de la anarquía, y nada era peor que la anarquía para los ganaderos bonaerenses, que reclamaban orden, pacificación y autoridad para mantener la continuidad de su explotación y de sus ganancias. Y como de orden, pacificación y autoridad se trataba, comenzó a sobresalir la figura del hacendado más prestigioso de la campaña.

La anarquía finalizó con la asunción del gobierno de la provincia de Buenos Aires por parte de Martín Rodríguez, aliado a Rosas y a otros estancieros, cuya alma mater sería Bernardino Rivadavia, quien encarnó el grupo que había hecho de la ciudad de Buenos Aires su centro de operaciones y de Inglaterra metrópoli.

El aislamiento y el programa rivadaviano de gobierno eran las condiciones ideales de los estancieros saladeristas, que afirmaban su creciente poder al constituirse en los garantes de la seguridad porteña frente a la amenaza de las regiones interiores, de los indios y de los opositores dentro de la misma ciudad.

En 1821 el mismo Rosas resaltaría este rol, tras desbaratar el motín de Pagola, con estas palabras: “La campaña, que hasta aquí ha sido la más expuesta y la menos considerada, comience desde hoy a ser la columna de la provincia y el sostén de sus autoridades…”

La ley de enfiteusis de 1822, concebida por Rivadavia para repartir las tierras fiscales sin dejar de conservarlas como garantía del empréstito contraído con la casa Baring Brothers de Londres, determinó un salto en favor de la clase estanciera saladerista: Anchorena, Álzaga, Balcarce, Dorrego, Miguens, Rosas y Terrero, entre otros.

El año 1826 es el de la efímera presidencia de Bernardino Rivadavia y también el de la ruptura de la alianza entre la clase porteña gobernante y los hacendados, que hasta entonces se complementaban armónicamente. La divergencia estalló al pretender el gobierno nacionalizar la ciudad de Buenos Aires, lo que para la campaña significaba la pérdida del puerto y de la aduana, la principal fuente de ingresos de la provincia.

Los ganaderos resistieron la tentativa divisionista mediante un petitorio rubricado por ochenta y tres firmas, con la de Rosas al tope de la lista, y todo culminó con la caída del régimen rivadaviano al año siguiente. En lo sucesivo el divorcio entre los distintos sectores de intereses de la región portuaria continuaría bajo los equívocos rótulos de unitarios y federales, aunque el federalismo boanerense tenía escasos puntos de contacto con el del interior.

El gobernador interino, Vicente Fidel López, nombró a Rosas Comandante General de las Milicias de la Campaña de la Provincia de Buenos Aires, institucionalizando así su jefatura de hecho. El gobernador electo, Manuel Dorrego, federal de la provincia, sería fusilado en diciembre de 1828 como consecuencia del motín unitario de Lavalle, desatándose un descalabro institucional, que desembocaría con Rosas como gobernador de Buenos Aires en 1829, cuya popularidad no era cuestionada ni por sus más acérrimos detractores.


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A) Manuel Dorrego, B) Manuel Dorrego, quien va a ser fusilado, se despide de Gregorio Aráoz de LaMadrid. Del pintor argentino de fines del siglo XIX, Augusto Ballerini, C) juan lavalle. Fotografía extraída del libro "Historia de la Literatura Argentina Vol I" editado por Centro Editor de América Latina. Publicado en 1968

Ver: El final de Manuel Dorrego: una sorda conspiración, la manipulación a Lavalle y la negativa de San Martín . www.Infobae.com


En 1833 abandonó el cargo para conducir la campaña al desierto, con la que obtendría vastos territorios en poder de los indios. En 1835 volvía al gobierno con la “suma del poder público”.

Es que su prolongada administración se caracterizó por diversas dualidades: al lado de un fuerte autoritarismo, desconocimiento de libertades públicas y excesos contra sus adversarios, una evidente adhesión de las clases más desposeídas; junto a una política de afirmación de lo nacional (limitada por su condición de hombre de Buenos Aires y de estanciero).

Prueba de su fidelidad a los intereses económicos que representaba fueron las notables concesiones impositivas otorgadas a la exportación ganadera y la ley de 1836, en la que dispuso la enajenación de la tierra pública bajo el régimen de enfiteusis a los mismos enfiteutas, en condiciones extraordinariamente ventajosas, contribuyendo a la consolidación de latifundio en la provincia de Buenos Aires.

También su defensa del librecambio y su resistencia a institucionalizar y dar forma jurídica a la organización nacional, que hubiera significado la pérdida para Buenos Aires de sus rentas aduaneras en beneficio de todo el país.

Pero la ley de aduanas de 1835, que prohibía o gravaba la importación de manufacturas que se fabricaban en el país, la nacionalización del Banco Provincial, la resistencia a la penetración económica y a la agresión armada de las potencias colonialistas, la unificación real de un país anarquizado, su indiscutido caudillismo de las clases bajas son aspectos salientes de la faz nacional y popular de su política.

Para hacer frente al general unitario José María Paz, Rosas y el caudillo santafesino Estanislao López, firmaron el 4 de enero de 1831 un "Pacto Federal". Con la captura del jefe unitario, varias provincias terminarían adhiriendo al acuerdo, y se lograría una pacificación en el interior. La gente comenzó a interpretar que Rosas traía el orden. El Pacto Federal está mencionado en la Constitución Nacional.


El Bloqueo anglo-francés al Río de la Plata y la Vuelta de Obligado.
ver artículo completo: Declaración del Bloqueo, Robo de la Escuadra, Guerra del Paraná, Guerra de Vapores, Batallas (Vuelta de Obligado, Punta Quebracho.

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Batalla de la Vuelta de Obligado. Grabados de Jean P. Chavande. Colección Museo Histórico Nacional .

El Bloqueo anglo-francés al Río de la Plata fue un conflicto que tuvo lugar entre el 2 de agosto de 1845 y el 31 de agosto de 1850. Durante el mismo, las escuadras británica y francesa cerraron al comercio todos los puertos de la Confederación Argentina y los de la República Oriental del Uruguay, con excepción del de Montevideo. Justificando tal accion por la participación del ejército argentino, dependiente del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, en la Guerra Grande en Uruguay, pero en ralidad las potencias agresoras buscan obligar a la Argentina y al Uruguay a reconocer a sus ríos interiores como no sujetos a su soberanía y permitirles comerciar libremente a través de ellos, algo que Rosas a cargo de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina, impedía.

Las fuerzas bloqueadoras decidieron remontar el Paraná. Rosas designó a su cuñado, el general Lucio Norberto Mansilla, como el jefe del operativo que impidiese que la escuadra, que custodiaba cerca de 90 buques mercantes, remontase el Paraná. En su parte de guerra, Mansilla describió “12 buques de guerra de nuestros bárbaros y alevosos enemigos los anglo-franceses y 95 buques mercantes del pirático convoy que protegían…”

El 20 de noviembre de 1845, tuvo lugar el enfrentamiento conocido como la Vuelta de Obligado, en la localidad de San Pedro. Allí, Mansilla instaló 4 baterias y tendió de costa a costa barcazas sujetas por cadenas. La escuadra invasora contaba con fuerzas muy superiores a las locales, eran 21 cañones de mediano alcance contra 100 de alto poder. A pesar de la heroica resistencia de Mansilla y sus fuerzas, la flota extranjera rompió las cadenas colocadas de costa a costa y se adentró en el Río Paraná. Quedaron en el campo 250 argentinos muertos y 400 heridos, mientras que los atacantes sufrieron 26 muertos y 86 heridos

Finalizada la acción de Obligado, Mansilla colocó su artillería volante en varios parajes estratégicos de la costa santafesina hostigando a la escuadra anglo-francesa que dificultosamente remontó el Paraná y solo al arribar a la provincia de Corrientes gobernada por el unitario Joaquín de Madariaga pudieron colocar alguna de sus mercancías. Optaron por regresar a Montevideo, pero el 4 de junio de 1846 Mansilla los interceptó en de la "Angostura del Quebracho" en la costa occidental del río Paraná. En este combate la flota invasora experimentó la derrota (60 bajas, 6 naves mercantes incendiadas y 2 buques de guerra con averías de importancia).

Después de largas y complicadas negociaciones diplomáticas con Francia e Inglaterra, el gobierno argentino consiguió recuperar la flota capturada a Brown y la isla Martín García, el reconocimiento de la soberanía de la Argentina y de sus derechos exclusivos sobre la navegación de sus ríos interiores. Estos tratados de paz marcaron la victoria de la firme y digna posición en defensa de la soberanía nacional mantenida por Juan Manuel de Rosas, en su carácter de encargado de las relaciones internacionales de la Confederación Argentina.

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Vista panorámica que los puntos de interés en la "Guerra del Paraná (1845-1850).

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Obra mural titulada Combate de la Vuelta de Obligado, de Rodolfo Campodónico. Expuesta en el Museo de Arte Mural “Rodolfo Campodonico”, Trenque Lauquen, como parte de 28 Murales en Exposición permanente “Identidad Bonaerense”. Imagen tomada del sitio oficial del Municipio de Trenque Lauquen.

No obstante, la victoria de Rosas fue efímera, ya que en 1851 se sublevó el gobernador entrerriano Justo José de Urquiza, que lograría derrotarlo y obligarlo al exilio en la batalla de Caseros, de febrero de 1852.

El historiador "José María Rosa" diría sobre este episodio en su libro "Rosas, nuestro contemporáneo" publicado en 1974, págs. 106-109:

El gran talento político de Rosas se revela en esta segunda guerra contra el imperialismo europeo: su labor de estadista y diplomático fue llamada genial por sus enemigos extranjeros… (…) Aunque resistir una agresión de la escuadra anglo-francesa formada por acorazados de vapor, cañones Peissar, obuses Paixhans, etc., parecía una locura, Rosas lo hizo. No pretendía con su fuerza diminuta –cañoncitos de bronce, fusiles anticuados, buques de madera- imponerse a la fuerza grande, sino presentar una resistencia para que “no se la llevasen de arriba los gringos”. Artilló la Vuelta de Obligado, y allí les dio a los anglo-franceses una bella lección de coraje criollo el 20 de noviembre de 1845. No ganó, ni pretendió ganar, ni le era posible. Simplemente enseñó –como diría San Martín- que “los argentinos no somos empanadas que sólo se comen con abrir la boca”, al comentar, precisamente, la acción de Obligado.

Ver:
1) Vuelta de Obligado: las míticas cadenas, un encarnizado combate y los increíbles descubrimientos . www.Infobae.com
2) Vuelta de Obligado: relato de la segunda guerra de la Independencia . www.Infobae.com
3) El debate que la Vuelta de Obligado suscitó en los parlamentos de Inglaterra y Francia . www.Infobae.com
4) El combate de la Vuelta de Obligado .Por el Instituto Argentino de Historia Militar - www.argentina.gob.ar


Fuentes:
1) La época de Rosas: un empresario en el poder . www.rufinacambaceres.wordpress.com
2) La corta presidencia de Bernardino Rivadavia: combate a la inseguridad y recorte de su salario a la mitad www.Infobae.com
3) La muerte de Manuelita Rosas: un padre egoísta, la historia del aromo del perdón y su triste exilio www.Infobae.com
4) Para descargar en pdf: “Historia de la Confederación Argentina” de Adolfo Saldías, quien fuera el primer historiador que se animó a reivindicar a Rosas, publicado en 1892. Este libro es considerado una de las obras fundamentales para comprender la historia de Argentina durante el siglo XIX. Saldías se destaca por su estilo narrativo claro y detallado, así como por su profundo conocimiento de los acontecimientos históricos que aborda. Consta de tres tomos:

- Tomo I: Abarca desde los inicios de la Confederación Argentina hasta la batalla de Caseros en 1852.
- Tomo II: La presidencia de Urquiza, la batalla de Pavón, y la consolidación del Estado argentino durante el siglo XIX.
- Tomo III: La presidencia de Sarmiento, la Guerra del Paraguay, la presidencia de Avellaneda y la expansión territorial.