El catastro
1) Historia del Catastro en Argentina:
Midiendo con cuerdas. Escena que ilustra la fundación de Buenos Aires y su trazado inicial. Gouache de Leonie Mathis.
La llegada de los españoles al territorio sudamericano trajo consigo el
régimen de publicidad inmobiliaria inspirado en la legislación vigente en ese país, el cual fue materializado en las Leyes de Indias y Toro. Estas normas disponían sobre la adquisición del dominio y preveían la demarcación de las parcelas, antes de proceder a su atribución en forma de peonías, solares, suertes e mercedes, esta exigencia que no siempre fue respetada.
A partir de la Revolución del 25 de mayo de 1810, parte de la tierra que pertenecía a la Corona española pasó a ser pública, surgiendo así la necesidad de estructurar un sistema de publicidad inmobiliaria que permitiese administrar el territorio nacional. El proceso de estructuración institucional fue lento y solamente en 1824 fue creada la
Comisión Topográfica de la Provincia de Buenos Aires con la función de
sentar las bases para estructurar un sistema de información a partir del plano topográfico del territorio provincial. Dos años después, en 1826, un Decreto Patrio transforma a la citada Comisión en Departamento Topográfico, dándole a este mayores atribuciones.
Esta nueva institución es considerada uno de los primeros catastros con efectos civiles del mundo, después del Census Romano, siendo inclusive anterior a los célebres catastros suizos de los cantones de Vaud 1826 y de Ginebra de 1841.
Este organismo es considerado cuna del catastro argentino debido a que en él constaban los actos de mensura efectuados por Agrimensores, siendo compuesto por un registro gráfico y otro alfanumérico.
La Constitución Nacional de 1853 consolida la organización nacional sobre la estructura representativa, republicana y federal, preservando la soberanía de las provincias (es importante destacar que
la potestad de administrar el territorio provincial nunca fue delegada al poder nacional).
De esta forma, los Departamentos Topográficos fueron siendo organizados paulatinamente en todas las provincias y si bien cada una adoptó formas diferentes, se mantuvo el objetivo común de ubicar los títulos de propiedad y reconocer el territorio de su jurisdicción.
En la Provincia de Santa Fe el Departamento Topográfico fue creado por ley en diciembre de 1862 con la función de registrar los títulos de dominio. Y la Provincia de Córdoba crea en el mismo período su Departamento Topográfico, realizando asentamientos en el Registro de Títulos de Propiedad Particular a partir de 1969.
El resto de las provincias también trabajó en la estructuración de los organismos responsables por la generación y administración de los datos territoriales y antes de 1890 otras 14 provincias ya habían delineado sus Departamentos Topográficos los cuales, con el pasar del tiempo, se transformaron en Catastros Territoriales.
En
setiembre de 1869 la Ley 340 aprueba el Código Civil Argentino el cual pasa a regir a partir del 1º de enero de 1871. En lo que se refiere a la cuestión de tierras,
la norma estableció el sistema de título como modo para adquirir la propiedad inmueble, pero como no imponía un sistema de registro para dar publicidad a los actos, los catastros y los registros quedaron al margen del tráfico inmobiliario.
En ese contexto
las provincias decidieron estructurar un organismo administrativo que publicitase los títulos a través de la inscripción, como única forma de tornarlo oponible a terceros y en 1879 la Provincia de Buenos Aires crea su Registro de la Propiedad. Este nuevo organismo, por ser particular y no tener sustentación legal de obligación de inscribir, poco aportó para el sistema de publicidad territorial.
Inspirado en la acción bonaerense, el
Congreso Nacional sanciona en 1880 la Ley Nº 1144 que institucionaliza el Registro de la Propiedad de la Capital Federal el cual inició sus actividades con administración de particulares en 1882. Los problemas ocasionados por la administración privada exigieron una reformulación del sistema de registro y
en 1902 la Ley Nº 4087 transforma el registro de la Capital del país en un organismo público, acción esta que fue seguida por varias provincias. Es importante destacar que todos estos registros eran ilegales, pues si bien el Código Civil exigía la inscripción de las hipotecas, no obligaba a registrar la adquisición de dominio.
Durante los primeros años del siglo XX hubo varias tentativas de reformar el Código con el objetivo de organizar formalmente los registros de la propiedad. Entre ellas pueden citarse los proyectos presentados por el Dr. Julián Barranquero en 1902, el cual se proponía la matrícula previa del inmueble en el Catastro Territorial, y el proyecto de la Ley Reformadora del Dr. José Galeano, que pretendía implantar un sistema Torrens, exigiendo la mensura previa a la primera inscripción (o cuando hubiese división del inmueble). Lamentablemente este último no prosperó debido a la oposición del Colegio de Escribanos de la Capital Federal. En 1911 y 1915 hubo otras dos tentativas frustradas de reforma, pero
en mayo de 1917 el Diputado Carlos Melo presenta una propuesta de reforma profunda del Código Civil, agregando el Libro V denominado Registro de la Propiedad.
El texto exigía el plano de mensura (documento jurídico-técnico) para realizar la primera inscripción a partir de la cual era atribuido un folio especial para cada inmueble, y establecía que el mismo formase parte del título, reservándose una copia para el archivo en el Registro de la Propiedad.
Las divergencias existentes entre los legisladores llevaron al gobierno nacional en 1926 a designar una comisión para resolver la cuestión de falta de publicidad inmobiliaria registral del Código. Seis años después dicha comisión presenta un proyecto que establecía la realización de la mensura previa a la matriculación del inmueble, el cual recibió numerosas críticas y fue nuevamente modificado. Cuatro años más tarde surge el Proyecto de la Comisión Reformadora del Código Civil, también conocido como Proyecto de la Comisión de 1936.
En este vaivén de proyectos fracasados, el sistema de publicidad inmobiliaria no evolucionó debido en parte a la coexistencia de dos corrientes doctrinarias, la primera que, inspirada en la Ley Hipotecaria Española, ignoraba la importancia fundamental del Catastro Territorial en la publicidad inmobiliaria y la segunda que, influenciada por los principios jurídicos del derecho germánico, trata de rescatar el reconocimiento de la necesaria participación del Agrimensor y del Catastro Territorial.
En 1952 se sanciona la Ley Nº 14.159 con el objetivo de regular el catastro de los territorios nacionales, creando inclusive la Dirección Nacional de Catastro, abriéndose así la posibilidad de que las provincias incorporen los parámetros de la norma en sus legislaciones, lo cual no ocurrió.
A partir de 1958 los rumbos de la publicidad inmobiliaria comenzaron a cambiar en Argentina con la creación de dos importantes instituciones:
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• La Federación Argentina de Agrimensores – FADA, cuyos miembros lucharon fervorosamente para rescatar la figura del Agrimensor y reincorporarla al sistema de publicidad inmobiliaria mediante la atribución de autenticidad de sus actos de levantamiento,
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• El Consejo Federal de Catastro que, integrado por todos los organismos catastrales del país, fue creado con la finalidad de promover, coordinar y orientar la ejecución de las tareas relativas al Catastro Territorial de la República en sus aspectos físico, económico y jurídico, que tienen a su cargo el Estado Nacional, y los Estados Provinciales, como titulares en sus jurisdicciones del poder de policía inmobiliaria catastral
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Diez años pasaron antes de que otros dos hechos significativos surgiesen.
• En 1968 la Ley Nº 17711 introduce la exigencia del perfeccionamiento de la transmisión de un Derecho Real mediante la inscripción del acto en el correspondiente registro inmobiliario, y la incorporación del Folio Real por parte de la
Ley de Registro Nº 17801. El folio es una hoja en la que se anotan las sucesivas transferencias, hipotecas y otros gravámenes. En el sistema argentino la técnica de Folio Real adoptada no prueba la existencia real de la parcela y puede abrirse un Folio Real para una parcela fantasma o presunta, inexistente en el terreno.
• En 1973 fue colocado otro marco en la historia de la legislación de tierras de la Argentina a través de la
sanción de la Ley Nacional de Catastro Nº 20.440. Esta norma establecía procedimientos uniformes para todo el país y, no obstante, haya sido redactada con el objetivo de dar apoyo material a la publicidad de los derechos reales sobre los inmuebles, su vigencia fue truncada por el
Decreto-Ley Nº 22287 de 1980, el cual suspendió los artículos 5 al 57 permaneciendo así hasta el presente.
Existe aún un Proyecto de Ley de Catastro desarrollado y consensuado por las diferentes Direcciones de Catastro de las provincias argentinas en el CFC y que cuenta con el apoyo de la FADA, fue presentado por los Senadores José Luis Gioja y Eduardo y Brizuela del Moral y tiene estado parlamentario.
En el período comprendido desde el inicio de 1990 hasta mediados de 1993, 18 de las 23 provincias argentinas iniciaron proyectos de desarrollo catastral con financiamiento a través del préstamo BIRF3877-AR del Banco Mundial en el marco del Programa de Saneamiento Financiero y Desarrollo Económico de las Provincias Argentinas (PSFyDEPA), continuando luego a través del Programa de Desarrollo Provincial.
Hasta julio de 1993, 14 proyectos habían sido aprobados y registraban diversos grados de avance, involucrando aproximadamente 4.300.000 parcelas y el monto total de 91.000.000 dólares.
En términos generales actualmente podría afirmarse que los catastros argentinos están paulatinamente trasformando su modelo tradicional jurídico-geométrico-económico hacia la multifinalidad. Esto se percibe en la re-formulación de la estructura de las instituciones catastrales las cuales han ampliado sus funciones a través de la incorporación del área de cartografía básica y temática y de la implantación de sistemas de información polivalentes de base parcelaria.
Extraído de: El Catastro en Argentina en los últimos 50 años y una visión del Catastro en Brasil -Mabel Alvarez - Libro armado-
2.a) Atlas de la Confederación Argentina - 1867 - Martín de Moussy.
Primer Atlas de Argentina.
Portada del Atlas de Moussy
Pagina de titulo del libro
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En 1854, dos años después de la derrota de Juan Manuel de Rosas en la Batalla de Caseros, el naturalista francés Victor Martín de Moussy fue contratado por el presidente Justo José de Urquiza como geógrafo para una expedición de exploración del territorio de la Confederación Argentina.
Martín de Moussy, se convertía así, en el primer científico en realizar estudios de relevamiento completos en la incipiente República Argentina.
Desde la capital de la Confederación Argentina, en Paraná, dio inicio a una expedición durante la cual en cinco años viajó más de 20 000 km recorriendo Paraguay, Misiones, Chaco, el norte de la Patagonia, las montañas de los Andes, la mayor parte de Chile, y del sur de Bolivia, y exploró los ríos Uruguay y Paraná. Durante ese tiempo Moussy acumuló innumerables observaciones respecto a la historia natural, geología, geografía y meteorología de la región, además de centenares de cálculos astronómicos y de datos etnográficos.
El resultado de sus investigaciones fue volcado en la "Description Geographique et Statistique de la Confédération Argentine", obra publicada en tres volúmenes en París por Didot entre 1860 y 1864, y un Atlas publicado en 1869 con treinta cartas físicas y políticas de cada una de las provincias y territorios de Argentina.
Moussy tuvo grandes dificultades para retratar la zona selvática central del Gran Chaco, no pudiendo recorrer las actuales zonas limítrofes con Paraguay y dejo sin registro la mayor parte de la Patagonia. Con estas limitaciones, se publicó el primer atlas de Argentina.
Atlas está encuadernado en tableros cubiertos de tela negra de cuero con "Atlas de la Confederación Argentina" estampado en oro en el frente; El lomo tiene grabado el título "M. De Moussy. Descripción de la Confederación Argentina. Atlas".
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Los Mapas fueron impresos usando la técnica de
litografía. La mayoría sin color; pero algunos están pintados a mano a todo color. El Relieve es representado usando
hachuras.
Destaca como fuente de
Toponinia, mostrando la ubicación de las tribus nativas americanas, y aun con varias regiones menos del actual territorio, representadas, los indios o pueblos originarios ocupaban mucho más tierra que los blancos.
La obra de Víctor Martín de Moussy le mostró a la oligarquía argentina que tenía un país con un enorme potencial, deshabitado en su mayor parte por el hombre blanco, civilizado y europeo, con grandes extensiones de tierra fértil y productiva en manos de pueblos indígenas.
En 1867, el gobernador de Buenos Aires
Bartolomé Mitre lo nombró representante ante la Exposición Universal de París (1867). Francia, a mediados del siglo XIX, era el centro de difusión y publicación de las principales investigaciones científicas. El objetivo fue dar una información integral de Argentina a las elites gobernantes y empresarias del primer mundo.
Impresa en idioma francés, se distribuyó en las cortes europeas, y a nuestro país llegaron pocos ejemplares que fueron repartidos entre importantes personalidades y bibliotecas públicas, por lo cual su consulta fue bastante retaceada.
La obra que se dio a conocer en nuestro país fue la edición francesa, impresa por el gobierno argentino. Un hecho demostrativo del poco interés de que la obra científica tuviera una divulgación más amplia que las elites que la habían encargado. La obra no se editó en castellano hasta el año 2005. Fue una iniciativa de la Academia Nacional de la Historia. Fundación Banco de la Provincia de Buenos Aires. Buenos Aires Tomo I 556 pp, Tomo II 650pp, Tomo III 792pp.
Fuente: Colección de mapas históricos de David Rumsey
2.b) Historia de los primeros Atlas de la humanidad.
El legado de cartógrafos y artistas se entrelaza a lo largo de la historia de la cartografía.
Derecha: Portada y Planisferio del "Atlas sive Cosmographicae meditationes de fabrica mvndi et fabricati figura" de Gerardus Mercator, año 1595. Izquierda: Portada y Volúmenes del "Atlas Mayor" concebido por Willem Blaeu y compilado por su hijo Johan Blaeu, año 1670
3) Cartografía histórica argentina.
Una hoja de ruta para recorrer nuestra historia nacional.
Ver:
www.argentina.gob.ar/cartografía histórica
Fuentes:
1) El Catastro en Argentina en los últimos 50 años y una visión del Catastro en Brasil -Mabel Alvarez - Libro armado-
2) El Atlas de Víctor de Moussy. La cuestión indígena -www.sarmientocm.wordpress.com-
3) Víctor Martín De Moussy, la Argentina se muestra al mundo -www.historianatural.wordpress.com-
4) Para descargar en pdf: La Agrimensura en la Antigüedad. Revista "Extensionismo, innovación y transferencia tecnológica" - volumen 4 - Autores: Titiosky, Valeria Sara ; Monzón Wyngaard, Álvaro.
5) Para descargar en pdf: La Agrimensura en el Rio de la Plata antes de 1824. Biblioteca del Agrimensor - Julio de 2006 - Consejo Profesional de la Agrimensura de la Provincia de Buenos Aires Autor: José Martín Recalde.
6) La historia de la cartografía mundial a través de los mapas Facultad de Ingenieria del Ejercito www.fie.undef.edu.ar