2) Segundo ejército correntino contra Rosas
Dirigido por el general Juan Lavalle, se disolvió con la derrota en la batalla de Quebracho Herrado (28-noviembre-1841)
Combate de caballería en la época de Rosas" (1830) Óleo sobre tela, Carlos Morel (1813-1894). En el Museo Nacional de Bellas Artes, en Buenos Aires.
El segundo ejército correntino contra Rosas fue un esfuerzo dirigido por líderes del partido
unitario y del gobernador de la provincia de Corrientes,
Pedro Ferré, para romper la dominación ejercida en la Confederación Argentina por
Juan Manuel de Rosas. Dirigido por el general
Juan Lavalle, recorrió las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe.
Terminó alejándose de sus bases de operaciones en el Litoral argentino, e internándose en el territorio controlado por la
Coalición del Norte, formado por la mayor parte de las provincias del Interior. Perdió su capacidad operativa en la
batalla de Quebracho Herrado y sus restos fueron derrotados en la
batalla de Famaillá. A fines de 1841 había desaparecido y Lavalle había muerto, aunque unos cuantos sobrevivientes lograron regresar a Corrientes.
A) Pedro Ferré, Gdor.de Corrientes,
B) Juan Lavalle, militar porteño al mando del ejercito correntino (participo en la guerra de la independencia como granadero junto a San Martín, en la campaña al Perú, y en la guerra contra el Brasil. Fué gobernador de Mendoza y de Buenos Aires. Lider militar del partido unitario, ordenó el fusilamiento de Manuel Dorrego en 1828),
C) Juan Manuel de Rosas, Gdor.de Buenos Aires,
D) Manuel Oribe, Militar Uruguayo (2° presidente constitucional del Uruguay, obligado a renunciar, pasó a Buenos Aires, donde Rosas lo recibió como presidente legal del Uruguay, y utilizó su experiencia militar incorporándolo al mando del ejército que comandaba).
Contexto: El bloqueo francés al Río de la Plata tuvo lugar entre el 28 de marzo de 1838 y el 29 de octubre de 1840. Durante el mismo, la escuadra francesa cerró efectivamente al comercio la ciudad de Buenos Aires y los puertos fluviales de la Confederación Argentina.
La acción tuvo como justificación la negativa del gobierno de Juan Manuel de Rosas a aceptar la exigencia de exceptuar a los súbditos franceses de las obligaciones del servicio militar.
El servicio militar: En abril de 1821, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires extendió la obligación del servicio militar a los extranjeros, y a todos aquellos que hubiesen residido más de dos años consecutivos en la provincia. Luego, en 1823, una nueva ley sumó a los extranjeros en tránsito, en caso de inminente peligro, a esa obligación.
No todos los países tendrían el mismo trato. En 1825, en el marco del reconocimiento del Reino Unido a la independencia argentina, se eximió de esas obligaciones a los súbditos británicos.
En 1838, la Confederación Argentina se había estabilizado en un equilibrio entre los gobiernos federales de las provincias del interior, y la provincia de Buenos Aires, donde su gobernador Juan Manuel de Rosas, tenía el encargo de las relaciones exteriores concedido por las demás provincias. Siendo la provincia más rica, ejercía de hecho un poderoso influjo y dominio económico y político sobre ellas.
El bloqueo francés al Río de la Plata hizo reaparecer las disidencias y creó enemigos internos a la administración de Rosas, en la Confederación.
La neutralización del efímero gobernador santafesino Domingo Cullen, (quien asumió después del fallecimiento de Estanislao López, líder de los principios federales y aliado de Rosas) y la derrota del “primer ejército correntino contra Rosas”, dirigido por el gobernador Genaro Berón de Astrada y su reemplazo por un gobernador federal leal a Rosas no lograron calmar las agitaciones internas. Una rebelión en Córdoba, aunque aplastada violentamente, y la llamada revolución de los Libres del Sur en la misma Buenos Aires marcaban una efervescencia creciente de los enemigos de Rosas.
La victoria, en el vecino Uruguay, del general Fructuoso Rivera, con evidente ayuda del partido unitario argentino, sobre el presidente constitucional Manuel Oribe, significó la apertura de un frente externo.
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2.a) La campaña de Lavalle en 1839:
Desde la Isla Martín Garcia, con 400 voluntarios unitarios, trasladado en buques franceses, ingresa a Entre Rios por Gualeguaychú en apoyo a la sublevación de Fructuoso Rivera contra el presidente uruguayo Manuel Oribe
El general
Lavalle se había unido a las campañas contra Rosas. Se trasladó junto a unos cuantos oficiales a la
isla Martín García, que estaba en manos francesas, donde formó un pequeño ejército de voluntarios.
Cuando todavía estaba organizando el ejército, con la idea de pasar a la provincia de Buenos Aires, le llegó la noticia de la invasión del gobernador entrerriano
Pascual Echagüe al Uruguay. Entonces, por lealtad a sus protectores uruguayos, cambió de plan y se dirigió a la provincia de Entre Ríos; a bordo de una flota francesa y desembarcó el 11 de septiembre en
Gualeguaychú. Con él iban jefes prestigiosos, como
Manuel Olazábal,
Iriarte,
Martiniano Chilavert,
José Valentín de Olavarría y
Manuel Hornos.
La tropa no pasaba de 400 hombres, y Lavalle los organizó como una montonera de milicianos entusiastas, pero sin disciplina ni organización. Sin duda, era un cambio absoluto respecto a la educación militar que había recibido en los 10 años en que siguió al general
San Martín. La causa de este cambio podría encontrarse en la derrota que sufrió su disciplinado ejército por
montoneras, en 1828; y de haber triunfado recientemente el frente de montoneras similares, cuando acompañara a Rivera en la
Batalla de Palmar.
Tras algunos días buscando caballos para su empresa, avanzaron hacia el interior de la provincia y derrotaron al gobernador delegado,
Vicente Zapata, en la
batalla de Yeruá. Los 400 hombres de Lavalle mucho mejor dirigidos, vencieron a 1.600 entrerrianos el 22 de septiembre de 1839, cerca de Concordia. Lavalle esperaba que toda la provincia se pronunciara a su favor, pero los entrerrianos se mantuvieron leales a su gobernador.
A) General José María Paz, (Ingresó al Ejército del Norte después de la Revolución de Mayo y participó en las batallas de Tucumán y Salta a las órdenes de Manuel Belgrano. En 1815, recibió heridas que inutilizaron su brazo derecho, por lo que se le conoció como "el Manco Paz".En 1820, se sublevó contra el gobierno de Buenos Aires junto al caudillo cordobes Juan Bautista Bustos.Fue gobernador de de Córdoba desde 1829 hasta 1831),
B) General Fructuoso Rivera, óleo sobre tela de Juan Manuel Blanes - 1870. Museo Histórico Nacional. (fue caudillo de la Revolución Oriental en 1811, se alió a Juan Lavalleja y sus famosos “Treinta y Tres” en la lucha por liberar al Uruguay del Brasil. Fue el primer presidente constitucional de la República Oriental del Uruguay, de 1830 hasta 1834, y volvió a asumir la presidencia en 1839, despues de forzar la renuncia de Oribe),
C) General Ángel Pacheco. Óleo de Reinaldo Giudici, 1890. Museo Histórico Nacional. (Inció su carrera militar en el regimiento de Patricios, luego con Granaderos a Caballo participó en el combate de San Lorenzo en 1813. Transferido al Ejército del Norte en 1813 y en 1816 se unió al Ejército de los Andes bajo el mando del general José de San Martín. Se negó a secundar a Juan Lavalle en la revolución de diciembre de 1828 y quiso ayudar a Dorrego pero no llego, se refugió en Santa Fe y regresó con Juan Manuel de Rosas, con el que hizo la campaña al desierto en 1833 como jefe de Estado Mayor de Rosas )
D) General Pascual Echagüe, (inició su carrera política como secretario de Estanislao López, gobernador de Santa Fe desde 1818 hasta 1838. Luego Gobernador militar de Entre Ríos).
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2.b) Pedro Ferré, nuevamente gobernador de Corrientes:
En 1839, luego de la batalla de Pago largo donde muere el gobernador Genaro Berón de Astrada, Pedro Ferré es designado Gobernador Provisorio y luego, en el mes de octubre, electo gobernador por quinta y última vez.
La noticia de
Yeruá llegó a Corrientes en momentos en que los opositores, amigos del fallecido Berón de Astrada, estaban organizando una revolución. La noticia sirvió de disparador y el 6 de octubre estalló una revolución incruenta, dirigida por el después general
Domingo Ábalos, tras la cual fue nombrado gobernador
Pedro Ferré.
Desde Santa Fe, avanzó para enfrentar a Lavalle el gobernador de Santa Fe,
Juan Pablo López (alias "Mascarilla", hermano menor del fallecido Estanislao López), quien era aliado de Rosas. Lavalle, desilusionado por la falta de apoyo local, decidió no volver a arriesgar sus tropas en otra batalla desigual, y perseguido por López se retiró hacia Corrientes.
Había transcurrido un año desde la
batalla de Pago Largo, y Ferré logró armar un nuevo ejército de 3.000 hombres, pero carecía de jefes capacitados, por lo que llamó a Lavalle para que organizara el ejército correntino, y lo nombró su comandante. El ejército fue equipado con armas obtenidas en el Brasil y se situó su cuartel general en Rincón del Ombú, al sur de Curuzú Cuatiá.
Además, Ferré firma un tratado con Rivera donde le cede el mando supremo de los ejércitos antirrosistas a cambio de ayuda militar.
A fines de 1839, Juan Pablo López incursionó en el sur de Corrientes. El sargento mayor
Jacinto Andrade, comandante de la vanguardia de López, derrotó en el combate de Bacacuá y en el paso de Las Piedras a la retaguardia de Lavalle, que estaban al mando del general entrerriano
Ricardo López Jordán (enviado luego prisionero a Buenos Aires) y el coronel paraguayo Patricio Maciel (fusilado en el campo de batalla). Pero Lavalle no intentó enfrentar a López, lo eludió retirando su ejército hacia el norte.
Mientras tanto,
Pascual Echagüe era derrotado por Rivera en el Uruguay en la
batalla de Cagancha, del 29 de diciembre de 1839. López debió alejarse de las fronteras de Corrientes (arreando el ganado que encontró), para ayudar a salvar el ejército entrerriano en retirada. Al llegar a Ayuí destruye la flotilla francesa permitiendo que Echagüe cruzara el río Uruguay.
Tras dejar a las milicias entrerrianas que había levantado al mando del ex-presidente uruguayo brigadier general
Manuel Oribe (el cual había llegado de Buenos Aires con un plantel de jefes y oficiales uruguayos blancos para apoyar a López), López regresó con sus fuerzas a Santa Fe.
Poco después se incorporaban al ejército de Lavalle los restos de los "
Libres del Sur", comandados por
Manuel Rico.
El 1 de enero de 1840
Ferré le declaró la guerra a Rosas.
El ejército de Lavalle inició su marcha sobre Entre Ríos en marzo de 1840, avanzando rápidamente hacia el sur, buscando llegar al puerto de Punta Gorda (actualmente Diamante) donde debía aprovisionarse con el armamento, municiones y vestuario que debía entregarle la flota francesa, anclada en ese lugar. El 10 de abril, el gobernador Echagüe se cruzó en su camino.
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2.c) La Batalla de Don Cristóbal. 10 de abril de 1840
Cuadro evocativo de Don Cristóbal, en Palacio San José, Concepción del Uruguay, Entre Ríos. óleo sobre tela (80 x 235 cm) de Juan Manuel Blanes 1856/57.
El primer objetivo que debía ser atacado por el ejército de Lavalle era la Provincia de Entre Ríos, cuyo gobernador, general
Pascual Echagüe, era el principal apoyo de Rosas en el Litoral. De todos modos, tampoco se descuidó la Provincia de Santa Fe, hacia donde marchó una columna al mando de
Mariano Vera y de
Francisco Reynafé.
El ejército de
Lavalle, formado por 3.360 hombres, de los cuales 531 eran tropa de infantería y 2 cañones, marchó hacia el río Uruguay para bordearlo en dirección a Concordia. Algunos días de marcha más atrás marchaba la reserva.
Mientras avanzaban hacia el sur, el jefe de Estado Mayor de Lavalle, coronel Martiniano
Martiniano Chilavert, hastiado del desorden reinante en las filas, abandonó las filas del ejército y se marchó a Montevideo.
Desde Concordia giró hacia Paraná en busca de la localidad de Punta Gorda para encontrarse con la flota francesa anclada en ese lugar.
Simultáneamente, el general Rivera en lugar de invadir Entre Ríos con todo su ejército, como había prometido, envió una división de argentinos al mando del coronel Ángel Núñez a ocupar Concepción del Uruguay.
El 26 de marzo la división de Vera y de Reinafé, en campaña por Santa Fe, fue completamente destruida en Cayastá, muriendo ambos comandantes.
El gobernador Echagüe permanecia a corta distancia de Paraná, reuniendo las milicias del interior de la provincia y los refuerzos enviados en su ayuda por Rosas. Cuando se creyó con fuerzas suficientes, 4.500 hombres y 6 cañones, salió al encuentro de Lavalle en las colinas del arroyo Don Cristóbal, a no más de 50 km de Paraná.
La batalla se saldó con una victoria de las fuerzas de Lavalle. Los federales tuvieron unos 300 muertos, la dispersión de la mitad de su caballería, pero la infantería y artillería quedaron intactas. Las fuerzas correntinas algo más de 100 muertos.
Pese a la amplitud de su victoria, Lavalle no tenía fuerzas con que rendir una artillería y una infantería muy bien mandadas y provistas como la que conservaba Echagüe.
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2.d) La Batalla de Sauce Grande. 16 de julio de 1840
Cuadro evocativo de Sauce Grande, en Palacio San José, Concepción del Uruguay, Entre Ríos. óleo sobre tela (80 x 235 cm) de Juan Manuel Blanes 1856/57.
Despues de la Batalla de Don Cristóbal,
Echagüe retiró sus tropas hacia Paraná, estableciéndose en una posición defensiva junto al arroyo Sauce Grande, rodeado de defensas naturales: cuchillas con empinadas barrancas, bosquecillos de arbustos espinosos, y arroyos con cauces de difícil cruce. La ubicación del campo atrincherado de Echagüe, y de la subsiguiente batalla, coincide exactamente con la estación Racedo. Rosas, por su parte, le envió considerables refuerzos.
Durante casi tres meses, los ejércitos permanecieron uno frente al otro sin combatir, aunque intercambiando diariamente tiros de fusil y de cañón.
Lavalle sabía que estaba perdiendo el tiempo, por lo que decidió esperar que la flota francesa estuviera lista para la maniobra que planeaba. Su intención era atacar a Rosas en su provincia, mientras dejaba a Echagüe cercado por una parte de su infantería, en la posición defensiva que había adoptado. Posiblemente esperaba para realizar la maniobra completa la incorporación de fuerzas provenientes de Corrientes y el Uruguay, pero estas fuerzas nunca llegaron.
De modo que la fecha de la batalla fue fijada por la noticia de que la flota francesa había reunido buques suficientes para embarcar todo su ejército.
Echagüe contaba con 4.500 hombres (2.500 jinetes, 2.000 infantes y 10 cañones) y Lavalle 3.400 hombres (2.500 jinetes, 900 infantes y 8 cañones).
En la tarde del 15 de julio, Lavalle ordenó bombardear las posiciones de la artillería enemiga, y quedó convencido de haberla obligado a evacuar sus posiciones; al día siguiente se enteraría de que eso no había ocurrido.
El ejército federal esperaba en sus posiciones, inexpugnables por varios de sus lados, debido a las barrancas de los arroyos. La infantería estaba al mando del general
Manuel Oribe, el expresidente uruguayo, la artillería bajo el mando del marino
Juan Bautista Thorne, y por detrás dos alas de caballería, comandados por
Justo José de Urquiza y
Servando Gómez. El jefe de Estado Mayor era el general
Eugenio Garzón.
Toda la batalla se combatió en parcelas aisladas entre sí por zanjones; el ejército que debía avanzar (el de Lavalle) llevaba la peor parte hasta que lograba cruzar cada barranca. La infantería unitaria avanzó hasta que fue detenida por la artillería enemiga. En esa posición, expuesta al cañoneo, esperó que la artillería de su ejército acabara con la enemiga, confiando en el daño que había producido el cañoneo del día anterior. Pero, justamente por ese cañoneo, pronto se quedó sin municiones. La infantería quedó desprotegida, y la artillería federal la destrozó sin piedad.
Lavalle ordenó entonces retirada, ordenando a las divisiones de caballería de reserva que cerraran el paso a la caballería federal. No obstante, esta vez fue Echagüe quien no supo o no pudo aprovechar la ventaja: la caballería federal ni siquiera comenzó una persecución a las tropas enemigas. El saldo del combate fué de 150 muertos en el ejercito de Echagüe y de 500 muertos en el de Lavalle.
Lavalle trasladó su ejército hasta Punta Gorda, donde bajo la protección de los cañones de la flota francesa, lo embarcó y abandonó Entre Ríos.
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2.e) Invasión a Buenos Aires:
Un movimiento audaz de Lavalle, que el general Pacheco pudo demorar dispersando sus caballos, permitiendo a Rosas reagrupar su ejercito.
Lavalle trasladó su ejército hasta Punta Gorda, actualmente Diamante, donde se encontró con la flota francesa. En ella había llegado el general
José María Paz, que sería enviado por Lavalle a Corrientes, para explicar su posición a Ferré.
Sin esperar respuesta, Lavalle en un movimiento audaz, embarcó su ejército en la flota francesa, y lo desembarcó, el 5 de agosto de 1840, en San Pedro, en la Provincia de Buenos Aires. No obstante haberse opuesto a ello el gobernador correntino Ferré, quien insistía en que
Echagüe debía ser batido antes de emprender las operaciones sobre Buenos Aires. Lavalle contaba con 3.000 hombres, de los cuales eran 300 infantes con 4 piezas de artillería.
Las fuerzas federales que en ese momento se encontraban en el Norte de la provincia de Buenos Aires eran sólo 1.500 jinetes al mando del general
Ángel Pacheco, designado por Rosas. Este atacó a Lavalle, en la noche del día siguiente al desembarco, pero como no tenía fuerzas suficientes para enfrentarlo, solo dispersó sus caballos, y se apresuró a comunicar a Rosas la aproximación del enemigo.
Lavalle, después de aprovisionarse de caballos (lo que le llevo bastante tiempo), con el ejército correntino avanzó hacia Buenos Aires. Llegó hasta Merlo, donde se detuvo a esperar la rebelión de los antirrosistas en la ciudad. Pero el tiempo pasaba a favor de Rosas que organizó un campamento militar en Santos Lugares, donde reunió cerca de diez mil hombres, cifra que cuadruplicaba a las tropas de Lavalle. En Luján, mientras tanto, las fuerzas del general Pacheco se iban reforzando y organizando.
Lavalle quedó encerrado entre las fuerzas de Pacheco y las de Rosas, de tal modo que al recibir la noticia del avance de las fuerzas de
Juan Pablo López (alias Mascarilla) desde Santa Fe, desalentado por la falta de cooperación de los unitarios porteños, resuelve marchar contra él, para llegar al Paraná, donde podría restablecer sus comunicaciones con los franceses.
Lavalle levanto su campamento de Merlo el 6 de septiembre de 1840, con él iban no solo soldados, también familias, con mujeres e hijos, siendo algo más de 5.000 hombres, carretas, bagajes, y 20.000 caballos.
Mientras Lavalle retrocedía hacia la provincia de Santa Fe, una segunda columna, al mando del coronel
José María Vilela marchaba paralelo a él, sobre la costa del río Paraná. Esta columna cargaba con todos los civiles que se habían unido, que marchaban lentamente en carretas.
López retrocedió hasta Rosario, alejando a Lavalle de Buenos Aires. En Rosario se le unió el depuesto ex-presidente del Uruguay
Manuel Oribe, que mandaba una división porteña llegada desde Entre Ríos. Tras esquivar a Lavalle, se pusieron a su retaguardia, donde se les unió el general Ángel Pacheco con más fuerzas de Rosas, que venían detrás de Lavalle.
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2.f) Lavalle en Santa Fe:
Saqueo a la ciudad, y su gobernador Juan Pablo López depuesto
Lavalle llegó en noviembre de 1840 a la ciudad de Santa Fe, la cual defendida por una pequeña fuerza al mando del general
Eugenio Garzón, cayó tras varios días de combates en la misma ciudad. Los unitarios reunieron una pequeña asamblea afín que nombró gobernador a
Pedro Rodríguez del Fresno.
Mientras las tropas de Lavalle saqueaban la ciudad de Santa Fe, el gobernador depuesto
Juan Pablo López (alias Mascarilla, hermano menor del fallecido Estanislao López), se refugiaba en el fuerte “San Pedro” (hoy Campo Andino), desde donde organizaba y dirigía la resistencia contra los invasores. Destacándose las guerrillas, al mando del teniente coronel
Jacinto Andrade, que iban venciendo a la retaguardia de Lavalle en Coronda y Santo Tomé.
De acuerdo al Pacto Federal de 1831, en la provincia de Santa Fe, el mando del ejército federal que enfrentaba a Lavalle, debía serle dado al gobernador de Santa Fe, es decir a López, pero como Rosas desconfiaba de él, argumentando que López había sido derrocado, ordenó poner todos los ejércitos federales bajo el mando del general más antiguo:
Manuel Oribe. Esto ofendió a López, que para no ponerse a órdenes de Oribe se marchó a Entre Ríos, a conferenciar con Echagüe.
Cambio de bando del gobernador de Santa Fe. De aliado de Rosas a antirrosista.
Juan Pablo López, Gdor.de Santa Fe. Fuente:"Historia I" Editorial Kapelusz
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El 7 de noviembre de 1841, Oribe (al mando del ejercito Rosista) obligó a Lavalle (Unitario al mando del ejercito federal) a abandonar Santa Fe y lo persiguió hacia Córdoba.
Juan Pablo López recupera la ciudad de Santa Fe, mientras una parte del ejército santafesino, al mando del coronel Jacinto Andrade, siguió la campaña con Oribe.
A fines de 1841, al recibir Lopez la noticia de la victoria del General Paz (Unitario al mando del ejercito federal en Corrientes) sobre Echagüe (Gobernador militar de Entre Rios aliado de Rosas) en la batalla de Caaguazú, decidió cambiar de bando, y pasar a las filas antirrosistas, firmando un tratado de alianza con Pedro Ferré, gobernador de Corrientes y enemigo de Rosas.
Había elegido mal el momento. Oribe acababa de vencer a Lavalle en la batalla de Quebracho Herrado (28 de noviembre de 1841) y Pacheco (ejercito rosista) a Lamadrid (ejercito antirrosista), y ambos estaban ya de vuelta, reunidos, en Córdoba. Y desde allí avanzaron sobre Santa Fe, mientras desde Buenos Aires el coronel Santa Coloma al frente de una división porteña hacia lo mismo.
Derrotaron en tres batallas a las fuerzas de López, que se vio obligado a huir a través del Chaco hasta Corrientes.
Echagüe, que había dejado el gobierno entrerriano a raíz de la derrota de Caaguazú, asumió como gobernador de Santa Fe.
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Lavalle, estando en la ciudad de Santa Fe, recibe dos noticias:
La buena era que el general
Lamadrid había invadido la provincia de Córdoba, desde Tucumán, como comandante en jefe del ejército de la
Coalición del Norte (alianza entre las provincias del norte de la
Confederación Argentina, establecida a principios del año 1840 para oponerse a Rosas). En la ciudad de Córdoba al saberse que se aproximaba Lamadrid con su ejército, estalla una revolución que depuso al gobernador
Manuel López, alias Quebracho, y nombra comandante de las tropas de esa provincia a Lamadrid.
La mala era que el gobierno francés, después de más de dos años de no haber logrado doblegar la resistencia del gobierno de Rosas, había decidido arreglar sus diferencias con él. El
Tratado Mackau-Arana, acordaba la paz y el bloqueo había sido levantado. Lavalle no tenía ya aliados que lo pudieran ayudar desde el río.
Esto decidió a Lavalle a salir de Santa Fe para reunirse con Lamadrid, en la frontera entre Córdoba y Santa Fe. Juntos debían avanzar después contra Buenos Aires, con los dos ejércitos reunidos, consideraron imposible que Rosas les pudiese hacer frente.
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2.g) Batalla de Quebracho Herrado. 28 de noviembre de 1841.
Victoria decisiva de las tropas rosistas al mando del ex-presidente Uruguayo Manuel Uribe, sobre el ejercito correntino antirrosista al mando del unitario Lavalle, que era acompañado y lentificado por una caravana de familias porteñas y santafesinas que escapaban del regimen rosista.
Batalla de Quebracho Herrado. Óleo de Javier Velasco
Batalla de Quebracho Herrado. Monumento recordatorio en la localidad
Por medio de mensajeros, los dos generales acordaron reunirse en la posta de Romero, cerca de Quebracho Herrado, en el extremo oriental de la provincia de Córdoba, el día 20 de noviembre. Lavalle abandonó Santa Fe el 7 de noviembre y se dirigió hacia allí, perseguido de cerca por las fuerzas de Oribe. La persecución fue tan intensa, que tuvo que detenerse a cada rato para obligarlo a formar en orden de batalla, aun cuando no pretendía presentar combate. Esas maniobras, y la lentitud a que obligaban las carretas de emigrados, ahora más numerosas que antes, por la incorporación de emigrados de Santa Fe, hicieron que se retrasara y no pudiera llegar el día convenido.
Pasados algunos días, y sin noticia alguna de Lavalle, Lamadrid se retiró un poco hacia el sur, en busca de
Quebracho López, sin avisar a su aliado de su maniobra. De modo que, cuando Lavalle llegó a destino, Lamadrid no estaba allí, ni había noticia alguna sobre su paradero.
Lavalle se vio obligado a presentar combate. La
batalla de Quebracho Herrado, del 28 de noviembre de 1841, fue una victoria absoluta de los federales, al mando de Oribe y Pacheco.
Al momento del enfrenamiento, Lavalle contaba a su mando con unos 4.200 soldados, mientras que Oribe tenía alrededor de 6.000 hombres. Lavalle, se retira derrotado, dejando en manos federales su artillería y carruajes. En el campo de batalla quedaron cerca de 1.500 cuerpos.
Con sus tropas deshechas, Lavalle abandonó Córdoba en diciembre de 1840, marchó a La Rioja, donde entretuvo varios meses a Oribe. Mientras tanto, Lamadrid logró reunir un nuevo ejército en Tucumán
La noticia de la batalla llegó a Corrientes, donde el gobernador Ferré decidió no dejarse ganar por el desánimo. Comenzó a armar otro ejército, que puso al mando del general
José María Paz.
Fotografias tomadas durante una recreación de la batalla
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2.h) Final del segundo ejército correntino.
Persecución posterior a Quebracho Herrado: batalla de Sancala, batalla de Rodeo del Medio, batalla de Famaillá. Fallecimiento de Lavalle.
Lavalle con los restos de su ejército se retiraron hacia la ciudad de Córdoba, donde se encontraron con Lamadrid. Después de las recriminaciones que mutuamente se hicieron, y no considerándose suficientemente fuertes en Córdoba, ambos generales acordaron retirarse hacia las provincias del norte, seguras para el bando unitario. Mientras Lamadrid retrocedía a Tucumán, Lavalle lo haría hacia Cuyo con la misión de apoyar las revoluciones unitarias.
2.h.1) Batalla de Sancala: 8 de enero de 1841, una columna, de 1.500 hombres aproximadamente, de lo que quedaba del maltrecho ejército de Lavalle, al mando del coronel
José María Vilela fue enviada a Cuyo, pero fue alcanzada en el pueblo indígena de Sancala (o “San Cala” cerca de “San Carlos Minas”, provincia de Córdoba) por la división de caballería enviada en su persecución, al mando del general Ángel Pacheco, de unos 1.000 soldados.
Vilela, demasiado confiado, había atrincherado a todos sus hombres en un corral de piedra muy grande y con altas paredes, a los que dejó pernoctar sin la vigilancia de una guardia efectiva. Pacheco llegó allí de noche; y como llevaba menos fuerzas que su enemigo, decidió confiar la victoria a la sorpresa: atacó con su caballería en columna, a medianoche, y a través de la única puerta de entrada al corral. La matanza fue terrible, y se perdieron la mayor parte de los soldados de Vilela (500 muertos, una cifra similar de prisioneros y captura de todas las armas y de sus 2 cañones).
Vilela debió huir a través del desierto, lucharía después en la
batalla de Famaillá, última derrota de Lavalle, y sería fusilado en Metán, junto con el gobernador tucumano
Marco Avellaneda.
Batalla de Sancala. Óleo sobre tela de 1876 del pintor Juan Manuel Blanes. Museo Histórico Nacional.
ver: Detrás de una pintura de Blanes: “La batalla de San Calá” (www.lanacion.com.ar)
2.h.2) Batalla de Rodeo del Medio: Una parte de las tropas correntinas, mandadas por el general
Domingo Ábalos, fueron incorporadas al ejército con que Lamadrid hizo su campaña a San Juan y Mendoza. Tras su derrota en Rodeo del Medio , los sobrevivientes, entre los que se encontraba Ábalos, terminaron exiliados en Chile.
Reseña Histórica Batalla de Rodeo del Medio
2.h.3) Batalla de Famaillá: 19 de septiembre de 1841, significó la derrota definitiva de Lavalle.
Batalla de Famaillá. Acción según litografía de época. En primer plano, el general Oribe y el coronel Mariano Maza al frente de las tropas federales. La Gaceta
Lamadrid replegado en Tucumán, su provincia, se abocó a organizar un nuevo ejército. Para darle tiempo Lavalle entretuvo a Oribe montando una campaña de varios meses con 1.000 hombres, de distracción en la provincia de La Rioja.
Lavalle y Lamadrid se volvieron a dividir: Lamadrid este iría a Cuyo a continuar la campaña allí con 3.000 hombres, mientras Lavalle esperaría a Oribe en Tucumán, uniendo sus fuerzas a las del gobernador de esa provincia,
Marco Avellaneda, que le aportó cerca de 1.000 montoneros, a sus mermadas fuerzas (600 sobrevivientes de Sancala, 800 riojanos del general
Pedernera y sus 100 escoltas al mando del comandante
Hornos).
Derrotadas las columnas de Vilela, en Sancala, y la de Ábalos, en Rodeo del Medio, desde La Rioja, Lavalle retrocedió a Tucumán.
Hacia Tucumán marchó también Oribe con 3.000 hombres (800 infantes, 1.200 jinetes porteños y 1.000 santiagueños con 3 cañones), recibiendo el soporte de 1.000 hombres del general
Eugenio Garzón). Mientras al general
Ángel Pacheco con 2.000 soldados mandó a perseguir a Lamadrid.
Dándose cuenta de su inferioridad y suponiendo una parte de las fuerzas enemigas irían a la ciudad, Lavalle marchó al Sur. Efectivamente, Oribe despachó el general Eugenio Garzón con 1.300 soldados que procedió a ocupar la ciudad de Tucumán sin inconvenientes. Así Lavalle equilibró un poco las fuerzas, compuesta por 1.300 jinetes, 70 infantes (armados con fusiles viejos y en malas condiciones) y 3 cañones. Mientras que las fuerzas de Oribe eran 1.700 jinetes y 700 infantes y 3 cañones, todos veteranos bien armados por Rosas.
Al amanecer del 19 de septiembre de 1841, cada ejército tenía al otro ante su vista. La batalla duró unas tres horas, y terminó con un desastre para el ejército unitario, con 600 muertos en el campo de batalla y 480 prisioneros. Todos los jefes y oficiales rendidos fueron degollados.
Tanto Lavalle como el doctor Avellaneda lograron escapar del campo de batalla, pero la muerte los esperaba pocos días después. Avellaneda fue traicionado y entregado a Oribe, quien lo hizo degollar en Metán el 3 de octubre. En cuanto a Lavalle, el 8 de octubre fue muerto por casualidad por una partida federal de un disparo en el zaguán de la casa de Jujuy donde se había refugiado.
Tras saber de la muerte del general, los federales ordenaron la búsqueda del cuerpo para decapitarlo y exhibir su cabeza en una pica. Pero sus últimos leales oficiales lograron hacerse con sus restos, y se dirigieron al norte, a través de la Quebrada de Humahuaca. En Huacalera, a orillas de un arroyo, descarnaron el cuerpo semi podrido del general, envolvieron las partes blandas en una bolsa de cuero y las enterraron cerca de la Capilla de la Inmaculada Concepción. El corazón fue colocado en un recipiente con aguardiente, sus huesos lavados y puestos en una caja con arena seca y su cabeza guardada en un recipiente con miel, y fueron llevados a Potosí, donde fueron recibidos con grandes honores por el Gobierno boliviano y finalmente inhumados.
En Tucumán, el general Celedonio Gutiérrez, uno de los jefes federales combatientes en Famaillá, asumió la gobernación de la provincia el 4 de octubre y permanecería 11 años.
Corrientes quedó completamente indefensa, pero Ferré comenzó a armar otro ejército.
Los soldados correntinos que pudieron escapar, guiados por los oficiales
Manuel Hornos y
José Manuel Salas, cruzaron el Chaco hasta llegar a Corrientes. Allí se había organizado el tercer ejército correntino contra Rosas, al mando del general Paz. Se incorporaron al mismo a tiempo de luchar en la
batalla de Caaguazú, brillante victoria de Paz.
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Campaña del general Juan Galo Lavalle, desde el Estado Oriental del Uruguay en 1839, donde junto al general uruguayo Fructuoso Rivera fue el responsable de la renuncia a la presidencia del uruguay de Manuel Oribe, hasta su muerte en San Salvador de Jujuy.
Luego, secretamente sus despojos fueron trasladados, por sus ultimos oficiales leales, a la ciudad boliviana de Tarija, fuera de la Confederación Argentina, para evitar que su cabeza sea exhibida en una pica en Buenos Aires.(linea de trazos)
La Coalición del Norte (en verde),
La nueva Liga Federal rosista (en celeste)
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Fuente :
1)
El bloqueo francés al Río de la Plata. el fantasma del servicio militar y la intervención de San Martín.
www.Infobae.com
2)
Enfrentamientos, disputas y alianzas: la difícil relación entre los generales Lavalle, Paz y Lamadrid que dificultó la pelea contra Rosas.
www.Infobae.com
3)
Campañas correntinas contra Rosas. la difícil relación entre los generales Lavalle, Paz y Lamadrid que dificultó la pelea contra Rosas.
www..wikipedia.org
4)
Urquiza firma tratados de alianza para combatir a rosas www.elarcondelahistoria.com
5)
Bartolomé Mitre www.elarcondelahistoria.com
6)
Batalla de Caseros: vencedores y vencidos www.Infobae.com
7)
La Batalla de Caseros, vencedores y vencidos www.revistahegemonia.com
8)
Combate de El Tonelero (1851) www.revisionistas.com.ar
9)
la campaña de Caseros 1851-1852. http://www.cefadigital.edu.ar - El Repositorio Digital del Centro Educativo de las Fuerzas Armadas - Revista de la Escuela Superior de Guerra Tte Grl Luis María Campos. 94 (595), 71-98.
www.revisionistas.com.ar
10)
Cómo fue el épico cruce del río Paraná y el paso de Urquiza y el Ejército Grande por la Villa del Rosario www.lacapital.com.ar
11)
La Batalla de Caseros: la historia (im)perfecta www.serargentino.com
12)
Batalla de Caseros (3 de Febrero de 1852) www.historiando.org
13)
Casa y Palomar de Caseros www.revisionistas.com.ar
14)
Los lugares de la guerra: compañeros de armas, aliados y contrincantes www.ellitoral.com
15)
La caida de Rosas www.todo-argentina.net